Crónica de una Code sin sorpresas

Edición número 68 que se recordará por el fiasco de Darren Price, el techno movido de Junction Hands y el buen hacer de Mark Broom y James Ruskin.

68 ediciones de Code desde que comenzara a andar allá por un lejano mes de noviembre de 2003. El proyecto ideado y llevado a cabo por los dj´s Nuke y César Almena, primero en la sala Paladium y después en la enorme Fabrik, es el evento 100% Techno que más gente reúne en Madrid. A un servidor le gusta el techno, pero curiosamente estas fiestas (por uno u otro motivo razonado) no me han llamado la atención por muy buen cartel que tuvieran. Este pasado sábado sí que acudí a una Code debido a un inexorable compromiso personal. Fue divertido y no me decepcionó, ya que al ir prevenido pocas sorpresas (tanto positivas como negativas) puedes encontrar.

"68 y las que quedan..."

El caso es que los nombres del cartel eran Darren Price, Mark Broom, James Ruskin, Junction Hands y los residentes en la main room; Fernanda Martins, Fatima Hajji, Paula Kazenave y Kuroi en la upper floor y en la carpa inferior un hueco para los sonidos mas extrmos con Berna Isaac, Dr. Chow y Marco Vuori. Lo digo desde ya, no salí de la principal así que es imposible informar de lo que se cocía en las zonas de la terraza. Así que al lío.

"Lo anticipo: Los mejores James Ruskin y Mark Broom"

El parking presentaba una floja entrada aunque poco a poco la cosa se fue llenando, lo que hacía presagiar una noche tranquila y sin agobios. Entre que las Navidades pasan factura, los exámenes y que el cartel no era muy potente todo estaba dentro de la normalidad. Todo el mundo haciendo botellón y con la música en sus coches donde predominaba el techno y sus vertientes desde la más blanda a la más dura. Pero eso no era obstáculo para que desde algún vehículo sonara progresivo y trance (?), house hipermegacomercial (¿?) y hasta reguetón (¡¡¿WTF???).

Tras las copas de rigor a las 2 de la mañana atravesamos la entrada de Fabrik y la sorpresa fue que Darren Price ya estaba a los platos. El mixer de Underworld se suponía que era el plato fuerte del cartel (solo el nombre del grupo puesto en el flyer da mucho tirón) y el que se esperara una actuación para enmarcar pudo sentirse decepcionado. Bastante chusco el inglés tras los platos. Hace poco que visitó Madrid y el sentir fue el mismo. Dejó un regusto muy frío donde la gente bailaba por inercia no porque de verdad sintiera la música.

A continuación los italianos Junction Hands, o séase Markantonio y Rino Cerrone, pusieron la energía que la gente demandaba. Los italianos no defraudaron al que gustase de un techno más durete y con algún toque funk made in Napoles. Sonó el “No worries” de Butch entre otros y la pista encantada de haberse conocido.


"Napolitanos repartiendo napolitanas"

A continuación llegaron los que, para mí, fueron los mejores de la noche. Un back to back entre Mark Broom y James Ruskin que olía a techno clásico sin necesidad de meter temas de más de 10 años. Sin estridencias pero contundentes. Con mucho temple y pocos momentos para el descanso. No hicieron nada del otro mundo pero fueron muy eficaces a la hora de ofrecer un set calibrado y preciso. Los británicos tienen demasiadas tablas en nuestro país. Saben lo que demanda la gente y se lo ofrecen de forma profesional. Alcanzan el término medio de no disgustar al novato, ni al entendido.


"En forma"

El cierre corrió a cargo de uno de los residentes y si en la actuación anterior la palabra adecuada era equilibrio, la última hora fue exceso por agradar al respetable. César Almena convirtió su set en techno-pandereta que tanto gusta al cliente estándar de Code. Se agradeció un guiño a Daft Punk con Around the world, pero un cierre con tres temas muy reconocibles por todos es desmedido: "Tube tech- The End", "Alloy Mental- Fire (C.Liebing remix)" y "Underworld- Born Slippy". Una forma demasiado gratuita para meterse al público en el bolsillo. Pero a ver quién se resiste a no bailar con esto.


"Cerrando el chiringuito"

A las 7 en punto de la mañana se cerró el telón y cada uno a su casa (o a dormir la mona en el coche) y a esperar a la siguiente Code donde traerán a Fatboy Slim. Si después de todo lo leído os preguntáis que pinta Norman Cook en estas fiestas que tan bien funcionan, recordad el dicho: “Poderoso caballero es Don dinero”. El show estará servido.

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Fotos: Electronica&roll
Videos: Electronica&roll

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