Lo que parecía una Goa desdibujada por la lluvia se convirtió en un templo de buena música y baile donde destacaron Remute, Delano Smith e Ian Pooley. Josh Wink a la altura que exigía el cierre
Un viernes y un sábado de sol. Un domingo de cielo encapotado y de lluvia. Lo mejor que le pudo pasar a Goa fue eso, la lluvia. Quizá la organización piense lo contrario pero el clubber fiel a estas fiestas disfrutó de una Goa de las de antaño. Llena pero con la gente justa. De las que se puede estar sin agobios, de las que reina un buen rollo absoluto, de las que uno sale encantado porque se puede bailar y mover libremente sin aguantar empujones y aglomeraciones. Por no hablar de la música. Una Goa de las buenas.
El aspecto que presentaba el parking principal a la una del mediodía no llegaba ni al 50% de su capacidad. Si se piensa fríamente la relativa poca afluencia puede ser justificable. Estamos en un mes de muchos eventos que dividen la disposición, y la economía, del personal. Fin de semana que coincide con el Timewarp, dentro de dos semanas es el Klubbers day y dentro de tres la semana santa (minivacaciones). El cartel estaba repleto de artistas que se dejan caer por la capital con más o menos frecuencia, empezando por un Wink que visitó Madrid por partida doble en enero. Y encima sin sol. Pero aún así hubo una buena entrada porque la Main room y la Upper floor de Fabrik no estuvieron precisamente vacías.
Main Room
La temática de la fiesta abordaba las señales de tráfico. Las performances y los visuales estaban cargadas de ironía con las nuevas limitaciones de velocidad. Limitaciones y prohibiciones que en el aspecto del disfrute del personal eran inexistentes. Porque en esta Goa el que no se lo pasó bien fue porque no quiso.
En la Upper Floor se encontraba el sueco Patrik Skoog, más conocido por todos como Agaric, con un tech-house limpio y fresco pero a la vez pausado y profundo. Muy apropiado para esas horas. El autor del disco “Who made up the rules?” Demostró que su fama y su fichaje por Ovum están justificados. Con su cerveza en mano, intercalaba cds y vinilos mientras la gente bailaba al ritmo de los sinuosos sonidos que despachaba.
"Agaric en acción"
En la Crystal Room los bpms se reducían considerablemente a favor de sentimiento y soul. El que quisiera disfrutar de buen deep-house iba a estar más que servido con el Showcase de los chicos del sello Trouble Kids. Afuera el diluvio universal, y el gran Delano Smith hizo que los pocos que se encontraban disfrutando de su sesión vieran rayos de Sol en forma de beats, vocales y un groove prodigioso. La Crystal Room fue la que menos afluencia de público presentó de largo.
"¿Alguien pensaba que esto podría llegar a sonar en una Goa? Yo no"
De vuelta a la Upper Floor ya estaba a los mandos Ian Pooley. Y el alemán se marcó un set con mucho fundamento. Quizá alguno piense que este veterano no sea un 10 en nada, pero este hombre es como mínimo un 8 en todo. A mi personalmente nunca me ha defraudado. Fue de lo mejor de la tarde-noche con una música que lindaba la fina línea que separa al house añejo con el techno más calmado. Una delicia.
"Sapiencia tras los platos"
Pero si hay que hablar de un triunfador ese honor podría llevárselo Remute con su live en la Main room. Fue el que puso la música más contundente sin por ello dejar de ser dinámico. Techno con ramalazos de electro muy bien construido. Sin rastro de linealidad. Denis Karimani, y su bufanda, no pararon en cabina. Hace mucho tiempo que no se veía a un dj disfrutar tan honestamente de su trabajo. Esas sonrisillas, que echaba con la mirada en el ordenador mientras preparaba el siguiente track, eran en plan: “os tengo cogidos por los huevos y ahora vais a saltar como canguros”. Soltaba el tema y él se volvía igual de loco que el público. Estos son pequeños detalles que hacen transmitir la energía que desprende la música de Remute.
"¡Qué bonito es pasarlo bien!"
Y por fin llego el turno del cabeza de cartel. Josh Wink es muy apreciado entre el público de Goa por sus cierres y esta vez no iba a ser una excepción. Bajo las revoluciones de Remute para enseguida tirar por los caminos ácidos habituales del capo del sello Ovum. Es cierto que al principio le costó conectar pero a medida que se iba endureciendo más, volvió a meterse al público en el bolsillo. Encima si para cerrar metes un tema conocido por todos la gente es doblemente feliz, aunque en mi opinión hubiera preferido otro cierre menos “carlcoxniano”.
"Wink ácido, como debe de ser"
Una vez con las luces encendidas y un amago de último tema, que se convirtió en un efecto de 2 minutos que no satisfizo a nadie (ni al propio Wink), cada uno se fue a su casa (o no) haciendo caso, por nuestro bien, a las prohibiciones y limitaciones de la carretera (y de la benemérita).
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Fotos: Electrónica & Roll
Videos: Canal Youtube de Electrónica & Roll
Un viernes y un sábado de sol. Un domingo de cielo encapotado y de lluvia. Lo mejor que le pudo pasar a Goa fue eso, la lluvia. Quizá la organización piense lo contrario pero el clubber fiel a estas fiestas disfrutó de una Goa de las de antaño. Llena pero con la gente justa. De las que se puede estar sin agobios, de las que reina un buen rollo absoluto, de las que uno sale encantado porque se puede bailar y mover libremente sin aguantar empujones y aglomeraciones. Por no hablar de la música. Una Goa de las buenas.
El aspecto que presentaba el parking principal a la una del mediodía no llegaba ni al 50% de su capacidad. Si se piensa fríamente la relativa poca afluencia puede ser justificable. Estamos en un mes de muchos eventos que dividen la disposición, y la economía, del personal. Fin de semana que coincide con el Timewarp, dentro de dos semanas es el Klubbers day y dentro de tres la semana santa (minivacaciones). El cartel estaba repleto de artistas que se dejan caer por la capital con más o menos frecuencia, empezando por un Wink que visitó Madrid por partida doble en enero. Y encima sin sol. Pero aún así hubo una buena entrada porque la Main room y la Upper floor de Fabrik no estuvieron precisamente vacías.
Main RoomLa temática de la fiesta abordaba las señales de tráfico. Las performances y los visuales estaban cargadas de ironía con las nuevas limitaciones de velocidad. Limitaciones y prohibiciones que en el aspecto del disfrute del personal eran inexistentes. Porque en esta Goa el que no se lo pasó bien fue porque no quiso.
En la Upper Floor se encontraba el sueco Patrik Skoog, más conocido por todos como Agaric, con un tech-house limpio y fresco pero a la vez pausado y profundo. Muy apropiado para esas horas. El autor del disco “Who made up the rules?” Demostró que su fama y su fichaje por Ovum están justificados. Con su cerveza en mano, intercalaba cds y vinilos mientras la gente bailaba al ritmo de los sinuosos sonidos que despachaba.
"Agaric en acción"
En la Crystal Room los bpms se reducían considerablemente a favor de sentimiento y soul. El que quisiera disfrutar de buen deep-house iba a estar más que servido con el Showcase de los chicos del sello Trouble Kids. Afuera el diluvio universal, y el gran Delano Smith hizo que los pocos que se encontraban disfrutando de su sesión vieran rayos de Sol en forma de beats, vocales y un groove prodigioso. La Crystal Room fue la que menos afluencia de público presentó de largo.
"So sweet, so deep"
Tras un breve paso por la Main room donde se pudo ver a un entonado Marc Antona, ocurrió uno de los pocos lunares musicales de la noche. Ver a Gerardo Niva poner el tema de más abajo, es algo que descolocó a más de uno. Y es que Niva tiene la experiencia y la maleta para obviar temas tan puramente comerciales."¿Alguien pensaba que esto podría llegar a sonar en una Goa? Yo no"
De vuelta a la Upper Floor ya estaba a los mandos Ian Pooley. Y el alemán se marcó un set con mucho fundamento. Quizá alguno piense que este veterano no sea un 10 en nada, pero este hombre es como mínimo un 8 en todo. A mi personalmente nunca me ha defraudado. Fue de lo mejor de la tarde-noche con una música que lindaba la fina línea que separa al house añejo con el techno más calmado. Una delicia.
"Sapiencia tras los platos"
Pero si hay que hablar de un triunfador ese honor podría llevárselo Remute con su live en la Main room. Fue el que puso la música más contundente sin por ello dejar de ser dinámico. Techno con ramalazos de electro muy bien construido. Sin rastro de linealidad. Denis Karimani, y su bufanda, no pararon en cabina. Hace mucho tiempo que no se veía a un dj disfrutar tan honestamente de su trabajo. Esas sonrisillas, que echaba con la mirada en el ordenador mientras preparaba el siguiente track, eran en plan: “os tengo cogidos por los huevos y ahora vais a saltar como canguros”. Soltaba el tema y él se volvía igual de loco que el público. Estos son pequeños detalles que hacen transmitir la energía que desprende la música de Remute.
"¡Qué bonito es pasarlo bien!"
Y por fin llego el turno del cabeza de cartel. Josh Wink es muy apreciado entre el público de Goa por sus cierres y esta vez no iba a ser una excepción. Bajo las revoluciones de Remute para enseguida tirar por los caminos ácidos habituales del capo del sello Ovum. Es cierto que al principio le costó conectar pero a medida que se iba endureciendo más, volvió a meterse al público en el bolsillo. Encima si para cerrar metes un tema conocido por todos la gente es doblemente feliz, aunque en mi opinión hubiera preferido otro cierre menos “carlcoxniano”.
"Wink ácido, como debe de ser"
Una vez con las luces encendidas y un amago de último tema, que se convirtió en un efecto de 2 minutos que no satisfizo a nadie (ni al propio Wink), cada uno se fue a su casa (o no) haciendo caso, por nuestro bien, a las prohibiciones y limitaciones de la carretera (y de la benemérita).
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Fotos: Electrónica & Roll
Videos: Canal Youtube de Electrónica & Roll
Comentarios
No obstante, el sentimiento negativo se evapora cuando pienso que el viernes de Klubbers me lo pasaré teta contigo como asesor musical para escuchar a quien merece la pena y desechar a quien no la merezca...
Sigue así, que me da a mi que llegarás lejos!!
Un abrazo. Nikolas Hate, en living mis mierdas joder!! jajajaj
Me alegra ver que te ha gustado la crónica!