La Drum Parade más raver

Carpas por camionetas y parques por calles. Parece que a alguien no le interesa que el movimiento sea visible. Pero mejor eso que nada


El subtitulo de esta entrada resume perfectamente el sentir del asistente veterano de la Drum Parade. Si el año pasado se sufrió el silencio mediático, este año directamente se ha optado por esconder esta manifestación que pretende mostrar las vertientes más underground de la música electrónica en espacios públicos.

"El cartel de este año"

El pasado sábado se celebró la séptima edición de la Drum Parade y en cierta manera se ha cercenado su espíritu inicial. Eso a nadie se le escapa. Lo que empezó como una muestra visible de rebeldía e independencia de proyectos alejados del mainstream este año se ha convertido en una pequeña rave legalizada pero escondida para el ciudadano de a pie. Si te gusta la música electrónica eres un apestado para esta sociedad. Es así de sencillo porque este es el mensaje que se manda desde el Ayuntamiento de Madrid al no permitir que los camiones desfilen por uno de los carriles del Paseo del Prado como hace un año. Desfile donde jóvenes, modernos, perroflautas, gente adulta con sus hijos pequeños, pijos, niños y personas mayores paseaban, bailaban y disfrutaban en medio de una de las calles más céntricas de Madrid.

En esta Drum Parade el escenario cambió. El paseo de Camoens, en pleno Parque del Oeste, fue el lugar elegido para que los diferentes colectivos y plataformas hicieran sonar sus soundsystem. A lo largo del asfalto del paseo hubo unas seis carpas cada una con un estilo de música diferente (desde el minimal tech hasta el D&B pasando por el psy-trance, techno y hasta Schranz) pero todo en estático. Al estar más apartado y oculto solo asistieron los que sabían que el evento iba a producirse, es decir gente joven y que le gusta este tipo de música. El factor sorpresa para mostrar esta cultura al resto de la ciudadanía se pierde. El ambiente no fue tan heterogéneo como en otras ediciones y eso se nota, y mucho. La gracia del asunto queda diluida entre alcohol y potentes beats. Todo se convierte en una Rave más que en una Parade y al final la única diferencia entre un botellón de fin de semana por esa la zona (universitaria y joven durante el resto del año) y la Drum Parade es que bebes con música de fondo y con la seguridad de que la policía no te va a quitar tus botellas.

Musicalmente me quedo con la música que se pusieron en las carpas de los extremos. En la que más tiempo pasé fue en la de Playground (Audium, Cassette etc), básicamente porque encontramos un banco a la sombra ya que el sol que pegaba era abrasador. Tengo que decir que me gustó mucho el chico que pinchó antes que Kuroi (ese remix de Jamie Jones del "Hungry for the power" me tocó la fibra y el "Crush on me" de Maetrik idem ), la misma Kuroi con su techno sobrio y la experiencia de Sabino González. Luego cuando llegaron los sonidos más contundentes (hablo de Schranz) me saturé, aunque mucha gente saltaba y bailaba sin parar.


"Kuroi tras los platos"

A los organizadores no se les puede poner ni un pero, bastante tienen con que una propuesta así salga adelante, que esto tiene mucho mérito. Y por supuesto que es mejor que se haga una fiesta así en un sitio más recóndito a que no se realice nada. Pero es una pena como algo que ha ido creciendo exponencialmente durante seis años se les corte la progresión de esta forma. Aislados, escondidos, retirados, donde no molestemos, casi clandestinos. Relegados como si ese chunda-chunda sea música exclusiva de locos adictos a la química. No interesa difundir una cultura musical alternativa alejada de los cánones más comerciales. Justo lo contrario a lo que sucederá esta semana con otro desfile que sí que cortará una de las arterias principales de la capital de España. Nuestra “Parade” de repercusión internacional volverá a ser una año más la cabalgata donde Alaska y Gloria Gaynor retumbarán en nuestros oídos hasta la saciedad. Conclusión, pese al esfuerzo este año no hemos tenido Parade, hemos tenido Drum Rave.

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Fotos y video: Electrónica & Roll

Comentarios

Nacho Oncina ha dicho que…
Estupendo articulo, me ha gustado mucho.. Tan solo una puntualización: Llevo unos 10 años pinchando el día del Orgullo en la carroza del Mercado Fuencarral, y te puedo asegurar que nunca he puesto ni Gloria Gaynor, ni Alaska, ni sucedáneos.. No todo es música petarda en el Orgullo ;)
Sergio Bifeis ha dicho que…
Gracias Nacho, me alegra que te haya gustado :)

Y por supuesto que siempre hay excepciones en el Orgullo, pero son eso excepciones. Te lo dice uno que lleva yendo 7-8 años y el 80% de la música es petardeo. Por cada carroza con musica electrónica "más seria" (como la del Mercado de Fuencarral o la de algún garito housero) has escuchado antes unas 30 veces "A quien le importa" y "Sobreviviré".
Anónimo ha dicho que…
Grande Bifeis!!! Que vuelva la Parade al Paseo de Recoletos Ya !!!

Temon de Maetrik, si señor

1 saludo Black