A1 Bassline, precocidad y frescura en Dirtybird

El chaval de Croydon firma dos admirables tracks a los que “tito Claudio” les ha echado el guante para la referencia número 57 de su sello

Cuando el tech-house parece un género que va camino de convertirse en algo monótono y saturado aparecen trabajos que realmente son capaces de sorprender al más escéptico. Eso es lo que ocurre con este e.p del londinense A1 Bassline. Y es que "Bouyancy" y "Falsehood" son dos cortes que se alejan de los repetitivos patrones que actualmente siguen este tipo de producciones.


Para empezar estamos ante dos temas de corta duración. No llegan a los 5 minutos. Además de una épica intro, "Bouyancy" contiene una melodía suave, vocales llenas de soulful, gruesas líneas de bajo y un aroma funk; como todo lo que desprende el sello de Claude Vonstroke. De cara al dj es un track versátil que lo mismo vale para un roto que para un descosido. No desentonaría ni para abrir un set, ni para cerrarlo, ni para pincharlo entremedias. Elegante y profundo al mismo tiempo que dinámico y divertido.


Por su parte "Falsehood", sin que falte grooving, presenta una combinación de hit-hats, snares y beats emanados de la TR-808 junto con vocales por doquier que desnudan a un bombo prácticamente inexistente, que está pero no se le siente. Muy warehouse. Y todo ello sin perder atrevimiento. ¡Divina juventud!


Esta interesante referencia 57 de Dirtybird ya está a la venta desde el pasado 28 de septiembre.

No deja de ser curioso que el responsable de esto sea Christian Sibthorpe un crío (el chico no sé si llega a cumplir los 21 años) que viene de un género más electro en la línea de Aoki o Bloody Beetroots de sonidos sucios y macarras. Y no deja de ser aún más curioso que el que le haya echado el ojo sea Claude Vonstroke. Y todo vino tras todo un año del chico del sur de Londres dando la brasa a nuestro barbas favorito a base de demos. Él las escuchaba pero no le llegaban a hacer tilín hasta que J.Phlip (Jessica Rose Phillippe) tuvo los arrestos de pinchar "Falsehood" en una fiesta la pasada primavera en San Francisco, base central de operaciones de Dirtybird. Ahí por fin se le encendió la bombilla Barclay Crenshaw (el nombre verdadero del “tito Claudio”). 

Al final la etiqueta de Vonstroke ha tenido buen ojo para buscar un sonido innovador. Y encima la historia tiene un mensaje de esperanza para todos aquellos productores cuasi-anónimos: ¡NO DEJÉIS DE ENVIAR DEMOS DE VUESTRO TRABAJO A LOS SELLOS QUE OS GUSTAN!

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Review de un servidor previamente publicada (y más acortada) en Deejay.

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