Cuando la calidad supera a la cantidad

Crónica de Goa: The Rocky Horror Picture Show 

 La verdad es que no sé muy bien cómo comenzar a escribir esta crónica sin pensar en el terrible suceso del Madrid Arena. Curioso cuando hace dos años desde aquí denunciamos un caso parecido en una Goa en Halloween. Y precisamente el aspecto de esta pasada fiesta dominical, celebrada el 28 de octubre, ha resultado la antítesis de aquella en cuanto asistencia. Y van dos ediciones seguidas "flojas" (entendiendo por flojas que no hubo asistencia masiva) con el agravante que en Halloween, junto con carnavales y el closing party, son las fiestas fetiche de la marca.


Obviamente si me dan a elegir entre una fiesta tan a reventar que no puedas moverte a gusto y una mucho más desangelada, me quedo con lo segundo. Que los que estemos disfrutemos porque de verdad nos gusta y no por ser la moda de turno. Otra cosa es lo que piense el empresario al que la avaricia le pueda romper el saco.

Si hay que centrarse en la fiesta en sí hay que decir que para un servidor los protagonistas principales iban a ser la crew de Hivern Disc desde Barcelona. Tanto para bien como para mal. Pero antes de narrar lo acontecido en la Crystal club hay que ver lo que le gusta a la gente la Upper Floor. Es la primera carpa que se abre y a primeras horas estaban los chicos de MadCollective calentando la pista con deep-house para los que nos gusta tomarnos el piscolabis y charlar con gente de aquí y de allá. El relevo lo tomó unos energéticos Los Suruba. La pareja formada por Alvaro y Delmar sencillamente conectan con el público de Goa. Da igual que pinchen en la Crystal, en la Main, en la Upper o en los lavabos. Y cada vez que se alejan de sonidos profundos optan por un tech-house menos facilón y más maduro. Eso y su actitud festiva, donde no paran un momento, es el secreto.


El otro reverso de la moneda era la Crystal Room con un Kresy que por mucho que se esforzara solo tenía a cuatro gatos en pista y otros cuatro pululando por la terraza. Pero bueno, la Crystal siempre tarda en llenarse; ya vendrá John Talabot, que su tirón tiene, para atraer a algunos cuantos clubbers más. ¿Lo consiguió? Sorprendentemente no. 

Allí, en la Crystal Room, estábamos los auténticos fans del sello catalán y del dj/productor en particular. Quizá en el momento más álgido (a falta de una media hora de finalizar el set de Talabot) habría un aforo de media pista siendo generoso. La música de John Talabot: exquisita. Selección acertada combinando sensualidad melódica con ritmos bien engrasados en groove, funk y soul. Y el sonido mucho mejor que en La Riviera. En cabina concentración llevada al paroxismo. Para el de Barcelona solo existían cuatro cosas: dos Cdj, la mesa de mezclas y su botella de agua. Hacía tiempo que no veía un dj tan hermético respecto a la pista de baile y que a la vez transmita tanto sin necesidad de hacer monadas. Cerró con su remezcla del Cheaters porque, aunque jamás te mire a la cara desde cabina, en el fondo tiene su corazoncito para hacer feliz a la gente.


Tras él llegó Pional y siguió la línea musical marcada por su compañero con una pista que directamente ya se presentaba muy vacía cuando el mismo artista fue de lo más destacado hace 5 meses. Inaudito. El madrileño en formato dj set pues sencillamente cumplió. Actitud fría y menos espectacular que en formato live. A Stainboy le tocó bailar con la más fea y cerrar con el mismo panorama que antes tuvo el asturiano Kresy. Como profesional cumplió. No se podía pedir más.


Por la tarde los británicos Simian Mobile Disco reventándolo en la Upperfloor. Cuando cayó la noche nos enteramos del cambio de horario entre Erol Alkan y Seth Troxler. Estaba previsto que cerrará el primero como el año pasado, pero lo hizo el de Detroit. Y el inglés pues a lo suyo. Al igual que el pasado Halloween tiró de estilo verbenero electroide. Particularmente conmigo con conectó nada. Básicamente porque por cada temazo que te hacía cambiar el rostro antes se había cascado 5 o 6 producciones infumables. A alguien le escuché una comparación con Aoki por ese electro de serrucho tan... tan de Aoki… Vale, lo bailamos con el Lemonade y el remix de Jon Convex al Sex de Jimmy Edgar y nos pusimos melosos con su cierre utilizando su remix al Forever Dolphin Love de Conann Mockasin. Y ya.


Seth Troxler comenzó su sesión entre el alboroto del público que quería verle y por los que estábamos algo saturados del sonido Alkan. El de Detroit se soltó la melena directamente con temas que recordaban a Prince para empezar a volverse más y más pistero y de repente más mental y luego más housy para un ratito más adelante meter fuerza technier… vamos, que el tipo jugó con todos nosotros como quiso y nosotros encantados de entrar en su juego. Escogió la remezcla de Carl Craig al Like A Child de Junior Boys. La gente se subía por la cabina para estrecharle la mano, satisfacción por las nubes.


Quizá no sea una Goa que se recuerde como el fiestón padre pero por calidad alguno se puede dar por saciado.

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Fotos y vídeos: Electrónica & Roll

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