Sobre la advertencia de Kerri Chandler

Porque hemos llegado a un punto en el que el Dj debe coger el micro para decir al público lo que NO va a pinchar

Vivimos en un mundo electrónico cada vez más convulsionado donde la eterna, y repetitiva, guerra underground vs comercial/mainstream se acrecenta aún más entre la gente de la escena clubbing. Ejemplos los hemos tenidos de todos los colores con, salidas de tono para unos y las verdades del barquero para otros, declaraciones y puyas lanzadas por diversos artistas a otros artistas ya sean o no de su estilo musical. El EDM (ese concepto COMERCIAL tan extraño que engloba desde los SHM, a Guetta pasando por Deadmau5, Aoki o Skrillex y que hasta el propio Hawtin utilizó para sus charlas por Universidades americanas) está arrasando en USA (dónde el "palabro" se acuñó) y por ende en el resto del planeta. Es lo que nos meten por los ojos y los oídos las grandes compañías que han encontrado el filón de la música electrónica. Es una moda. Hemos llegado a extremos absurdos como ver a Grimes defendiéndose públicamente ante los ataques de su fans porque le gustan dos temas muy populares; y a extremos denigrantes al ver como expulsan a Dj Shadow (¡DJ SHADOW!) de una cabina por no pinchar música más accesible al público. Y en esas llega Kerri Chandler y pone otro granito más en esta interminable batalla.


Para quién no lo conozca, y a grosso modo, Kerri Chandler es una de las leyendas del house más puro del otro lado del charco. El americano participó el pasado domingo en los sets que se realizan en el parisino Rex Club que ha cumplido cuarto de siglo y lo está celebrando a base de una serie de fiestas llamadas Legends invitando a lo más granado del house y el techno, es decir, música a la que llamaremos underground o menos visible para el público general. Antes de comenzar su set, Chandler cogió el micro e invitó a todo el mundo presente en la sala que quisiera o se esperase escuchar "música de mierda a lo David Guetta" que se largara "a tomar por culo de allí". Literalmente. Y como si de un loop vocal se tratase así estuvo durante unos 5 minutos sin música sonando con momentos en los que muestra su cartera dando a entender que él nunca se venderá. Cuando soltó el primer bombo la gente se subió por las paredes. Aquí lo puedes ver.


Este mitin a base de Fuck Out es la comidilla del mundo electrónico estos días. Muchos aplauden las santas gónadas de Chandler al plantarse así en cabina. Otros se piensan que es una ida de pinza buscando un populismo barato. Hay gente que lo ve como un tipo previsor ¿A qué Dj no se le ha acercado alguna vez una persona y le ha pedido algún tema que no tiene nada que ver con lo que está pinchando? Con esto se ahorra peticiones, que no es que desentonen, es que cabrean. Pero si hemos llegado a un punto en el que un artista tiene que advertir y decir de muy malas formas que el que se espere escuchar una cosa comercial se tiene que ir del lugar; es que algo no hemos hecho bien.

Y cuando digo hemos, englobo a toda "la industria", desde los propios artistas, a los promotores, pasando por los medios de comunicación y compañías discográficas. Porque al final todo se reduce a la ignorancia y educación del público que va a lo fácil y evidente.

Que un Dj explote así en un club como Rex no es ni medio normal y que se haga en un sitio como la capital de Francia es lo que me deja alucinado. ¿Qué hubiera pasado si esto lo hace en España? Muy ácidamente Angry Dj´s (esa especie de MASA ENFURECIDA del mundo djing)tuiteó que lo más seguro es que no se quedarían en la pista ni los recogevasos. Y es que aquí en España ese problema se acrecenta cada vez más. Un caso curioso cuando vivimos una época donde exportamos muchos más artistas al extranjero y aquí la gente joven tiene menos inquietud que hace 15 años cuando había menos información. De hecho en la actualidad sufrimos demasiada infoxicación. Muchos medios (cada uno haciendo la guerra por su cuenta y si te puedo pisar: te piso el pie y la cabeza, faltaría más) y poco público interesado al que informar.


No exijo que a la gente se le examine en puerta estilo Berghain sabiendo obra y milagros del artista que van a ver, pero lo mínimo exigible es que tengan conciencia de qué van a ver y escuchar, que luego les podrá gustar o no y podrán criticar desde el respeto. ¿Acaso la gente que paga una entrada por un concierto no sabe absolutamente nada del grupo y estilo de música que van a tocar? Ese es el talón de Aquiles de la cultura clubbing española. Muchos lo tienen como una forma de escape puntual en su vida cotidiana y solo se preocupan de pillarse su cebollazo de fin de semana sin ir más allá. El mundo de la música electrónica (ya sea mainstream o no) no se ve como una cultura aunque para algunos sea una forma de vida. Nos queda mucho trabajo por hacer, mientras la gente no muy ducha en esto seguirá pidiendo Guettas en cabina mientras suena algo de UR.

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