Sonic City, el mundo sonoro de James Holden (Vol.I)

Por Arturo Moya

En primer lugar, y como imagino que muchos no sabréis qué es eso de Sonic City, os voy a poner en situación. Sonic City es un festival diurno que se organiza en la sala De Kreun, alojada en Kortrijk (Courtrai), Bélgica (no sólo hay I love techno o Tomorrowlands por esa zona). La gracia del asunto es que cada año eligen un curador, que viene a ser un artista que se encarga de seleccionar el cartel del festival, y este año le ha tocado al mismísimo James Holden. O si lo preferís"El Tito Jaimito" que es como se le conoce cariñosamente en esta casa.


Con semejante tropa a los mandos y siendo todas las actuaciones lives en un mismo escenario, era un caramelo que no podíamos rechazar y decidimos desplazarnos hasta allí para disfrutar de esta oportunidad única.

A nuestra llegada Torn Hawk se encontraba ya en faena ante una sala a medio gas con un público en silencio y quieto que sólo quería disfrutar del viaje que el artista estaba ofreciendo. Sacando y distorsionando sonidos de una guitarra eléctrica, que se puso a tocar hasta encima de la cabeza, aderezados con una base constante y unos visuales con caras deformadas de manera lisérgica al ritmo de la música fue como terminó su show audiovisual. Anteriormente había abierto el festival Luke Abbott, pero al haber un rally aconteciendo en la ciudad tuvimos una serie de problemas y no pudimos asistir desde el comienzo.

"Torn Hawk y su querida guitarra”

Allí empezamos a observar que este era un festival muy íntimo y extraño para lo que estamos acostumbrados aquí en España. Para empezar la sala De Kreun tiene un tamaño menor que la sala Heineken, de hecho era como dicha sala con las pasarelas del segundo piso y la pista de baile, pero sin parte de atrás. El aforo total del festival eran 600 personas, y al ser un público predominantemente local o de los alrededores, les causaba estupefacción y alegría saber que habíamos acudido desde España solo para este evento.

Una mención especial merece el sonido de la sala. Era algo increíble, con una presión y nitidez que solo he sentido en DESPACIO y el Sonar Club. Por lo que me contó una de las organizadoras, el secreto está en su técnico de sonido, al que creo que deberían incluir como artista en el cartel, además de un equipo “that costs a fuckload”.

Fuera de la sala de conciertos había una terraza bien climatizada con césped artificial, una cafetería (¡qué tenía una fila muchísimo más larga que las barras del alcohol!), un puesto de comida que olía a las mil maravillas y unas mesas dedicadas a la venta de cds y vinilos con una colección impresionante y de estilos con nombres a veces impronunciables. En definitiva esta era la zona de descanso entre actuaciones, que es otra de las rarezas que nos sorprendió, pausas de incluso 1 hora entre los lives en las que dicha terraza se llenaba para comentar la actuación anterior o hablar con algún artista del cartel, que se encontraban todos entre el público como si fuesen uno más.

Para terminar con esta descripción del festival y pasar de lleno a lo que fueron las actuaciones hay que comentar que nunca se esperaba más de 5 minutos para pedir una bebida, servida por camareros siempre con una sonrisa y relajados a los que luego se les veía también pegársela por turnos, y unos precios nada caros en barra (¡2 euros la cerveza!). Tras la exploración del festival en la pausa posterior a Torn Hawk, dio comienzo el live de Rocketnumbernine, que iban a hacer doblete esa tarde-noche. Tom Page, el batería que también actúa en el live de Holden, dio un recital de ritmo y entre los dos hermanos perfectamente sincronizados consiguieron sacar los primeros bailes a un público que todavía era bastante frío.

“Tom Page dando una lección de batería”

Después del descanso y unas cervezas, empezó la actuación de uno de los que más ganas tenía de ver, Pye Corner Audio. Fue un live demasiado ambiental para después de haber sido despertados por los hermanos Page. Tuvo diez minutos finales mágicos con una progresión que dieron la sensación de que se le quedaba corto el tiempo de actuación y se había pasado creando la atmósfera. Fue la calma que precede a la tempestad.

“Pye Corner Audio creando atmósferas entre la niebla” 

Y la tempestad llegó con Vessel. En una actuación épica y aprovechando al máximo el sonido de la sala, convirtió lo que parecía una tarde tranquila en una rave oscura poniendo patas arriba el festival. No paró de soltar bombas (porque eso no eran bombos) mientras se le veía poseído en su maquinaria. Pasando del techno al drum‘n’bass y volviendo a su techno experimental para finalizar con dos joyas como son sus 'DPM' y 'Red Sex'. Dejó a todo el público en shock ovacionándolo y fue de lo mejor del fin de semana.




“La tempestad de Vessel”

Todavía reponiéndonos de lo acabábamos de presenciar se anunció por megafonía un cambio en el horario por la imposibilidad de llegar a tiempo de Silver Apples y que en su lugar actuaría de nuevo Luke Abbott, dejando al anciano americano para el día siguiente. Dicho mensaje fue recibido con entusiasmo por los asistentes y a nosotros nos vino de perlas ya que nos lo habíamos perdido al principio.

Luke Abbott improvisó completamente un live con lo que parecía que tenía suelto por el ordenador sin completar. Tuvo varios parones fruto de la obviamente no preparación pero dejó buen sabor de boca con sonidos interesantes y por supuesto nada reconocibles.

“James Holden, Nathan Fake y Pye Corner Audio esperando a que su amigo Luke Abbott termine su improvisación a pelo” 

La penúltima actuación del día corrió a cargo de Neneh Cherry acompañada por Rocketnumbernine. Ofrecieron un concierto muy animado con la sala llena pero sin agobios. Neneh lo dio todo bailando y dejándose llevar por los ritmos de sus compañeros, contagiando de alegría a todos los presentes.

Para finalizar la primera jornada hizo su live Nathan Fake. Fue un broche perfecto y memorable para la noche, sacando mucho partido también del sonido y con la gente muy entregada. Además el majo aceptó una petición e incluyó el “Neketona” en su repertorio antes de cerrar con su clásico 'The Sky Was Pink'.


Con el festival terminado oficialmente en su primer día, empezó el after en la entrada de la propia sala. Aquí hubo imágenes bastante curiosas ya que estaba todo el cartel por ahí suelto y más de uno con ojos brillantes. Lástima que el encargado de poner la música era un DJ local que inexplicablemente, y sobre todo después de lo que acabábamos de escuchar, decidió ir llevando la música a un tech-house facilón. Así que sobre las 3 a.m. y con poca gente ya por allí decidimos dar por concluida la noche y coger fuerzas para lo que nos esperaba al día siguiente.

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Fotos: Arturo Moya
Vídeos: Entropia2891


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