Bienvenidos al espectáculo musical de Danilo

La noche en la que Mondo Disko sonó más a Disco que nunca

Venía con ganas tras más de un lustro sin pisar Madrid. Tantas ganas que quiso pasar la tarde por tiendas clásicas del centro de Madrid rebuscando joyas olvidadas en sus cajones. Vino con tanto ímpetu que no solo sobrepasó su horario pactado sobre el papel para su actuación, sino que dinamitó la propia hora de cierre de la sala. En definitiva, el regreso de Danilo Plessow aka Motor City Drum Ensemble fue una de las noches más épicas vividas en Mondo Disko y todo ello con una selección basada en su 80% en música con más de 20 años (o 30 años) de antigüedad. Una cita que los presentes que llenaron la pista no olvidarán por la comunión vivida entre el artista y público y viceversa. Sinergia lo llaman.


Había dudas con el alemán. No es una figura muy conocida entre el público en general, aunque es uno de los artistas más atractivos para el sector más especializado. A eso había que sumar una noche de jueves de mayo con el factor universitario en plena época de exámenes. Con esos indicios, el miedo para que Plessow pinchara para una pista a medio gas era palpable. Pero a veces hay que hacer un sacrificio para que noches así se repitan y la asistencia, sin llegar a un lleno agobiante, estuvo a la altura de las circunstancias.

Tras un acceso rápido a una hora más cercana a las 2 de la madrugada que de la 1, el ambiente frío en puerta contrastaba con lo que se cocía dentro de la Sala Cocó. Como siempre Borderline en cabina para dar paso a MCDE. Y en la escasa media hora que vimos cuidaron la selección para lo que venía después, muchos más Houseros que de costumbre y si tenían que meterse en terrenos más techneros siempre con la melodía por delante. Al 'Wilkie' de Roman Flügel nos podemos remitir para saber por donde van los tiros. Pero ahí estábamos para disfrutar de un Plessow que cada vez que salía de cabina a hacer aguas menores o pedir una refrescante cerveza era parado por algún seguidor para sacarse una foto con él. Notaba el cariño del público antes de actuar. Buena señal para lo que venía por delante.

Armado con una maleta de vinilos y otra de CD´s, intercambiando ambos formatos constantemente durante todo el set, arrancó entre vítores al ritmo del 'Dance' de 3 Winans Brothers y la versión Latin Soul Mix. Una producción de 2005 que a la postre sería una de los temas más "modernos" que pincho. Si bien es cierto que sus primeros minutos se le vio algo encorsetado, quizá por sus problemas de ansiedad que sobrelleva como puede (en estos primeros compases fumaba a escondidas de forma compulsiva), pero poco a poco se iba soltando el pelo y sintiéndose cómodo mientras su música se estiraba y se comprimía como un acordeón. Del House, al Disco pasando por temas Acid y viceversa.


Su actitud en cabina cada vez era más activa. Su forma de mezclar clásica y sencilla sin complicarse en demasía. Y si bien en algún punto realizaba mezclas largas y juguetonas, lo que predominó fueron transiciones rápidas por la corta duración de muchos de los temas que pinchó. Pero eso sí, ¡qué finura y clase al hacerlo! Nada sin salirse de tono clavando los cambios de forma milimétrica. Todo fluía de forma natural y aquí podemos a enumerar canciones como si no hubiera mañana que puestas sin orden ni concierto parecería una lista sin sentido pero que MCDE les dio un sentido mágico.

Se escucharon cosas como 'High On Love' de Drop Out Cutz, 'Move Me (Alternative Mix)' de Mood II Swing, 'I Can't Kick This Feeling When It Hits' de Moodyman, el 'Don´t You Want My Love' original de Debbie Jacobs, 'New York Moving' de Ahzz, 'The Rotten Apple' de Rio, 'The Stranger' del propio Plessow o 'You Can Win' de Bileo. También se vivieron momentos de éxtasis colectivo y hedonismo discoide con clasicazos que nos recordaban al Paradise Garage como 'Let´s Start The Dance' de Bohannon, o momentos para amansar a las fieras con 'Vitamin C' de Can. Y hasta tuvo bemoles para lanzar 'Windowlicker' de Aphex Twin mezclado con 'Ctb' de 2 AM & FM porque si era necesario entrar en terrenos mentales para preparar un cierre por todo lo alto se lanzaba en bomba al barro. Y el público encantado de recibir la salpicadura.


A las 5:50 las luces se encendieron y todo el mundo con sus caras de felicidad gozaban al ritmo de 'Battened Ships' de Odyssey para irse a casa con una sonrisa.


O eso parecía, porque Danilo quería seguir dando cariño en forma de música a todo el que allí permanecía bailando y así durante 20 minutos más. Y en un acto de cerrar el círculo perfecto, recurrió al 'Deep Inside' de Hardrive para poner punto final a casi seis horas de un espectáculo musical inmaculado. Y así se demostró con un largo aplauso. Tan largo como fue la mañana del viernes para la inmensa mayoría de los allí reunidos. Pero mereció la pena. Sin duda.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Estuvo pletórico! Menudo set lleno de pasión y buen gusto!