¡No lo utilizarás en vano!

Por Víctor Prieto


El vinilo. Ese formato tan querido y valorado por algunos como denostado por otros. Calidad de sonido inigualable y un valor que perdura e incluso aumenta con el tiempo tanto a nivel sentimental como económico pero a su vez caro de fabricar, transportar e incluso almacenar. Por mi parte son más las ventajas que ofrece frente a los inconvenientes pero no estamos aquí para hablar de eso, sino de una nueva corriente que parece se ha instaurado en nuestra querida escena y que, para ser honesto, me repatea sobremanera. Me refiero al “postureo vinilero”. Ok, perfecto. ¿Y qué c****** dice este tío? Bien, para explicarlo correctamente haremos un breve viaje en el tiempo, unos diez años atrás aproximadamente coincidiendo con el boom de Serato o incluso un poco más atrás, de Final Scratch.


El digital me da muchísimas más posibilidades que el vinilo”. He aquí una frase tipo de más del noventa por ciento de los djs que se pasaron a este formato, de este tanto por ciento, sólo hay un pequeño grupo que realmente aprovecha estos sistemas digitales al máximo. El resto, simple y llanamente, lo utilizan para poder ocultar sus limitaciones delante de unos Technics o cdjs en una cabina, no gastarse un puto duro en música, llevárselo muerto y poder pegarse la fiesta padre sin temor a que se le descuadre una mezcla. Tras este “palito” -podéis tacharme de talibán, llevo conviviendo con ello tres lustros- centrémonos en la frase que da comienzo a este párrafo y a su vez volvamos a viajar en el tiempo como Van Damme en Timecop. ¡Sorpresa! De repente, las redes sociales de todos estos djs que denostaron el vinilo en su día, SE HAN LLENADO DE FOTOS DE VINILOS. Y lo que es peor y más sangrante aún: hay line-ups en los que el individuo de turno realizará un “Only Vinyl Set”.

Entonces, vamos a ver, ¿no era un coñazo cargar con la maleta a un bolo? ¿No era demasiado caro? ¿No ocupaba demasiado espacio? Nada de eso, iluso de mí. Ahora es cool decir que pinchas con vinilo aunque no tengas ni puta idea de manejar un pitch, mezcles a capón o no sepas ni siquiera regular un contrapeso. Y si añadimos la mencionada coletilla a tu nombre en el flyer lo petarás a niveles brutales.


Ciertamente curioso todo esto. Pero me encabrona. Me encabrona muchísimo ver que se haga esto con un formato al cual le he dedicado media vida, me encabrona ver todo este postureo de tanto elemento que en su día renegó de lo que realmente debe ser un mezclador y lo que ello conlleva. Y lo peor de todo es que se hace por moda. Una puta moda como la que en su día surgió con los formatos digitales y que como consecuencia se llevó por delante, tiendas, artistas y sellos.

Además, basta con darse una vuelta de diez minutos por Discogs para darse cuenta de otro detalle. Burbuja y especulación. Discos que a la semana de publicarse multiplican por diez su valor. He aquí otra consecuencia de este maldito postureo vinilero que ahora nos inunda. Auténticos ladrones haciéndose pasar por vendedores de discos. Pero es cool. Ahora, por obra y gracia divina, las maletas ya no son tan molestas y pesadas. Hay que ser underground y estar al día con los últimos lanzamientos y sobre todo con las pre-orders de determinados lanzamientos.

Me sirve de consuelo que como todas las modas, está será una de muchas y pasará. El vinilo saldrá indemne otra vez más y volverá a reinventarse. Por algo es el formato más hermoso que existe y ante eso aún no tiene competidor a su altura.

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