Sol, bailes y puntos a pulir en Brunch In The Park Madrid

En el ámbito musical John Talabot brilló en el showcase de su sello

"Gracias a todos por venir a Brunch In The Park Madrid. Para la próxima habrá más sonido, más baños, más barra, más food trucks, y más de todo. Lo prometemos". Estas palabras -que podría haberlas sacado de una explicación de muro de Facebook el día después del evento- fueron dichas micro en mano por Gerardo Cartón (uno de sus organizadores) medio segundo después de que John Talabot cerrara su enorme set con un extraño, y para algunos controvertido (no para el que suscribe que le encantó), edit del mítico 'Jaguar' de Dj Rolando. Es decir, en la primera edición de Brunch en la capital, celebrado en el anfiteatro del Parque Tierno Galván, fueron conscientes de sus errores - aireados de inmediato vía redes sociales por los propios asistentes- y no esperaron ni al lunes para entonar un sincero mea culpa y hacer propósito de enmienda para la siguiente cita este próximo domingo. Por mi parte les creo y tienen mi crédito.


Y es que el estreno de Brunch quedó marcado por esos fallos de logística que se transformaron en incomodidad para gran parte del público y que se tradujo en grandes colas y tiempos de espera para todo. Desde comer algo en los cuatro Food Trucks dispuestos, hasta para beber en dos barras con los camareros atendiendo con la lengua fuera a todo el personal. Y quizá el más importante de todo, una zona de baños que quedó insuficiente en determinada hora punta con gente que llegó a aguantar entre 30 y 40 minutos para hacer aguas menores (el gran handicap era que no podías salir del recinto si te veías con muchas ganas). He de decir que en honor en la verdad, yo no tuve tantos problemas en todos esos puntos. Del tema de sonido no hay que hacer sangre cuando hay ordenanza municipal mediante que te limita, no obstante si acababas en el foso podías echar unos bailes como si de un club se tratara.

Hasta aquí todos los aspectos negativos de Brunch que todos sabíamos. Vamos con los positivos que fueron muchos. Lo primero es el concepto en sí mismo. Pasar una tarde diferente donde podías llevar tu propia comida y donde veías a familias con sus hijos bailando y jugando al son de Marc Piñol, JMII y Barnt (con John Talabot la cosa se convirtió en un juego de adultos).

Este pensamiento de evento de carácter family friendly incide en el segundo punto a destacar: el gran y heterodoxo ambiente que se vivió. Había de todo -familias, modernos, chavales de barrio,pijos, despistados, curiosos, niñas monas, freaks electrónicos, gente de reenganche de la noche anterior, y veias desde peinados y barbas imposibles hasta bailes retromongolos o gente que solo sabía mover el cuello…- lo que creaba un ambiente variopinto y en armonía.

Por supuesto, que la tercera pata del banco para que todo funcionara de esta forma armónica era la música. Aquí no hay discusión posible cuando se trata de un Showcase del sello Hivern Discs, el primero de esta embergadura en Madrid. Es muy raro que desde la etiqueta de Barcelona no sepan dar con el punto que necesita el público. Y lo volvieron a demostrar una vez más.

Comenzó Marc Piñol abriendo con el público más difícil: los niños y sus padres. Él es un maestro de Dj´s y aunque solo pudimos verle los últimos 20 minutos, daba la sensación que supo manejar la situación a base de un Techno de bajas revoluciones, planeador y dub. También nos sirvió para comprobar que la cosa iba a ser foso o muerte.

A las cuatro arrancaba el directo de JMII. Y la verdad es que quedó deslucido no porque el barcelonés aburriera, sino porque eran horas muy tempranas para el siempre perezoso público madrileño. La gran mayoría buscábamos algo de sombra en la única zona de las gradas donde daba y allí el sonido llegaba falto de fuerza por lo que no se bailaba. Los valientes que estaban a pleno sol en el foso no dieron respiro mientras el productor diseminaba su EP Thrills editado recientemente en Hivern Discs, su particular tributo a Chimo Bayo con ese pelotazo que es 'Templo' o su remezcla de 'Shigatsu Kokonoka' de su proyecto Olde Gods; que quizá fue el punto más álgido del directo.


El alemán Barnt con un recinto que se iba animando cada vez más construyó el set de menos a más. Primero empezó con una pieza ambient para cambiar de tercio de forma progresiva con una gran sutileza a la hora de mezclar. Fue muy variado y jugó en todo momento con la dicotomía House-Techno donde las melodías no podían faltar. Se ganó al respetable con 'Labyrinth (Club Mix)' de Tuff City Kids y dio el golpe maestro con su remezcla al 'Proceso' de C.P.I.. A esas alturas Talabot tenía el camino hecho y podía hacer lo que quisiera.


Cuando comenzó el capo de Hivern Discs, a ojo, ya se rondaban las 5000 personas de aforo y el sonido había sufrido una leve mejora en cuanto a potencia. Y la mejor noticia para todos es que Talabot fue más Talabot que nunca. Olvidaros de aquel experimento Techno del pasado Sónar. La música que propone Oriol Riverola en Dj Set es divertida, cálida, alegre y con color. Puede ser Italo, puede ser House, puede ser Disco y puede ser Techno, todo junto, por eso lo que nunca va a ser es plana. Tenía ganas y se explayó.


Se le veía reírse en cabina, cosa insólita porque siempre guarda un poso de concentración absoluta, y se notaba que se lo estaba pasando pipa manejando al personal. A destacar la producción propia como el 'A.F.K.' de Lost Scripts (proyecto que comparte con Pional) o su reciente remezcla del 'Sfire3'.

El colofón final llegó con una media hora a base de edits de clásicos de ayer y hoy como el de JMII al 'Your Love' de Frankie Knuckles y Jamie Principle, o los desconocidos al 'When I Let You Down' de M&G, el 'Smalltown Boy' de Bronski Beat, un elegantísimo y atemperado 'Born Slippy' de Underworld y consabido edit de 'Jaguar' que puso punto final a un evento que a pesar de sus inconvenientes mereció la pena por los reencuentros, el estupendo ambiente y estas dos horas y media de derroche.


P.D: Los que quisieran más marcha en Café Berlín estuvo Javi Redondo haciendo un warm-up a un destacamento de Hivern Discs conformado por Marc Piñol, Dani Baughman y Barnt. Cuando arrancaron los dos primeros a eso de las dos de la mañana nuestro cuerpo se quedó sin gasolina para continuar la jornada.


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