Distrito 91 es el sello capitaneado por F.Vinuesa desde Madrid que se ha convertido con tan solo cuatro referencias en un claro exponente claro de la nueva ola del electro nacional desde la capital. Un electro bañado a veces en funk infeccioso y otras veces en un acid corrosivo, que parece venido del futuro pero con poso clásico innegable lo que le hace tener un sonido muy atemporal. Quizá por eso sus tres anteriores referencias a manos del propio F.Vinuesa, DJ AQUATRAXX y Hoax Believers se agoten en su edición física.
La cuarta entrega, y tercera de este 2021 que vamos a cerrar, se puso a la venta a mediados de este mes y lleva la firma del mandamás del sello. Vinuesa presenta un EP titulado Self-Programming compuesto por un total de cinco cortes en el que el productor hace gala de su gusto por la cacharrería analógica y ecos sonoros sci-fi de los que ponen de vuelta y media cuando suena en una pista de baile.
Un claro ejemplo de esto último es un vibrante 'Analog Activity' que ya nos da pistas de su forma de trabajar. El tema es un potente track de electro que no esconde influencias básicas al estilo Cybotron con unos samples vocales y ritmos muy funkeros, detalles marcianos y melodías de sintetizador ochentero cargadas tensión y fuerza. Siguiendo esa corriente, de hecho por momentos parece una versión descartada y acidorra del tema anterior, tenemos 'Acid Pepa' pero dándole un impulso más mental que corporal. El viaje con éxtasis o en búsqueda del mismo es ya a gusto y decisión del consumidor porque musicalmente cumple de sobra.
En el otro lado del vinilo se abre con la producción que da título al EP con un enfoque mucho más serio y rudo. Bastante infeccioso y con una sensación de que las máquinas han tomado el control. 'Corrupted Data', es la otra cara de la moneda porque aunque presientes lo mismo que el anterior, el sonido es menos agresivo. En ambos, la sombra del siempre adorado James Stinson se deja percibir de diferente manera en esta distopia sonora. Este trabajo se cierra con un track ambiental '28045' que tras tanta intensidad es un remanso de paz, casi tanto como pasear por Madrid Río como referencia al distrito madrileño que alude el título.
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