El Dj y Productor de Lugo edita Come Closer EP en el sello berlinés con una inspiración clásica de finales de los 90 y principios de los 00's
A veces no es necesario hacernos muchas pajas mentales para que algo funcione. Ir a lo clásico, a la esencia, donde la "sencillez" es la clave; es el lugar idóneo para disfrutar de esas piezas que nos pueden hacer enloquecer en la pista de baile. Por algo lo clásico es lo clásico. Es lo que te mueve. Y mirar al pasado para inspirarse suele ser un golpe ganador. Estamos en un continúo revival que se aprecia de manera más aguda en la música electrónica con sus sempiternos ciclos. En el mundo techno estamos inmersos en un disloque ravero post-pandemia que poco a poco vira a terrenos del hard groove y hard techno, bruto pero tremendamente estilizado, que marcaba la pauta a finales de los 90 y en el primer lustro de los 00's donde la oscuridad se entremezclaba con vanguardia futurista sin renunciar al baile más liviano. La eclosión popular de la conexión americana-británica-berlinesa. Esa esencia es la que recoge el productor Karras Martínez en su EP Come Closer que edita en el día de hoy el sello berlinés GND Records.
Este gallego con más de 15 años de experiencia desde la periferia de la escena techno patria (siempre concentrada en grandes ciudades y puntos específicos de la península), se inició con un sonido más minimalista que con los años ha cogido un cuerpo más contundente. Come Closer EP es la sublimación de ese estilo hard que respeta, con mucho gusto y elegancia, ese techno dosmilero con el que nos hemos curtido muchos.
Martínez no engaña a nadie en lo que quiere exponer. Cuatro cortes originales que son pura herramienta para DJ's. No hay mucho más. La sencillez como carta de presentación. Lo realmente interesante es su manera de mostrarlo y rendir tributo, siempre desde el respeto y hasta con cierto grado reverencial. No se sale del guión pero aporta y actualiza desde su punto de vista la fiereza que pretende transmitir a través de una amplia gama de texturas en combinación con ritmos acelerados. Su intención es hacerte sudar y para ello va con el cuchillo entre los dientes.
El EP se abre con 'Beste Bat’. Empieza fuerte con una producción seca y directa con unos bajos tan 'basstardos' como palpitantes. Un tema punzante que hace herida en la línea británica más aniquiladora de escenas como la de Birmingham. Una vez se ha quedado a gusto soltando estos guantazos sónicos, su mirada se centra en influencias al otro lado del charco. ‘Process’ es sin duda el track más sofisticado y algo más funk donde la sombra de los grandes tótems de Detroit se hace evidente. Para un servidor, es el tema más destacado y con más posibilidades de todo el EP.
El tecer corte ‘Rising’ también bebe de esa línea americana con cierto grado de exquisitez pero su quintaesencia se aleja del funk, que no del groove, y prefiere ir por terrenos más mentales con un juego de pads y un sinte que recorre una producción que aporta tensión para llegar a un júbilo colectivo. Sabe bien lo que hace. Ya completamente desatado, el gallego decide cerrar este trabajo con el corte que da nombre al lanzamiento. Aquí se centra en una vertiente más berlinesa entregando una bomba percusiva con una divertida y dinámica melodía, con cierto elemento tranzy, para que comprobemos que le gusta divertirse.
En definitiva, es un trabajo hecho por alguien al que le gusta el techno de toda la vida. Sin complicaciones innecesarias. No en vano es un EP que cuenta con el apoyo de artistas como Dax J, Marcel Flenger, Drumcell, Alexander Kowlaski, HD Substance o Marco Faraone, entre otros. Resumiendo: te lo vas a bailar, y punto.
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