El productor sueco condensa décadas de experiencia en un álbum que celebra la historia de la música de club mientras apunta hacia su futuro
Es sorprendente pensar que Sea Of Love sea el álbum debut en solitario de Carli, considerando su prolongada trayectoria en la primera línea de la electrónica escandinava. Desde su papel en proyectos como Savage Skulls, Marcus Price & Carli u Off The Meds, hasta sus incursiones en el pop masivo y en el underground más abrasivo, el productor de Estocolmo ha demostrado una versatilidad poco común. Ahora, bajo el paraguas del sello Studio Barnhus, presenta un trabajo que funciona tanto como carta de presentación como declaración de principios.
En Sea Of Love, Carli despliega un viaje caleidoscópico que se mueve con naturalidad entre diferentes corrientes del clubbing. El álbum arranca con una energía que evoca la rudeza del UK hardcore y se expande hacia terrenos de dancehall digital, techno melódico y experimentación bass. Todo ello está atravesado por un pulso rítmico que jamás pierde la conexión con la pista de baile. Lo notable es la coherencia con la que se entrelazan estilos que, en otras manos, podrían sonar dispares o forzados.
La producción de estas 11 canciones es minuciosa, con texturas nítidas y giros inesperados que transmiten tanto oficio como intuición. Pero más allá de la técnica, lo que emerge es un espíritu lúdico: se siente el gozo de alguien que ha vivido la música desde dentro, tanto detrás de los platos como en el centro del dancefloor. Cada track irradia una energía vital, festiva y a la vez nostálgica, como si Carli tejiera un puente entre el pasado glorioso de la cultura rave y sus posibles futuros.
Con este debut, Carli demuestra que su voz como solista no solo es relevante, sino necesaria. Sea Of Love es un álbum que celebra la diversidad del club global y confirma que lo mejor de su carrera todavía está por venir.
Así suena:
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