Estos es Raptor House, la historia de DJ Babatr y como exportó al mundo un estilo con denominación de origen caraqueño

El  documental se presentará en In-Edit Barcelona 2025, el festival de referencia para el cine documental musical


A finales de los años noventa, en los barrios populares de Caracas, un joven DJ llamado Pedro Elías Corro —hoy conocido internacionalmente como DJ Babatr— encendió una revolución sonora que pocos podían anticipar. De las raves diurnas llamadas matinés, celebradas en zonas como Catia, La Cota, Las Lomas o Petare, emergió un ritmo vertiginoso y profundamente latino que mezclaba percusión tribal, electrónica y calle. Así nació el Raptor House, un género que fue censurado, perseguido y etiquetado como cultura marginal, pero que terminó por convertirse en símbolo de resistencia y creatividad desde la periferia caraqueña hacia el mundo.

Esa historia, que mezcla fiesta, represión y redención, cobra vida ahora en el documental ‘Esto es Raptor House’, dirigido por Roberto López Buschbeck y producido por Morning Coffee, una joven casa audiovisual que debuta con este largometraje. La película, grabada entre Venezuela y España entre 2023 y 2025, tendrá su estreno en el festival In-Edit Barcelona 2025, el certamen más importante dedicado al documental musical en Iberoamérica.

El proyecto retoma la senda abierta por el corto ‘Vamos Pal Matiné’ (2017), también dirigido por López, que exploró las raíces de la subcultura juvenil que dio origen al movimiento. En esta nueva entrega, el director amplía la mirada, mostrando cómo un sonido nacido en los márgenes se transformó en fenómeno global gracias al impulso de la diáspora venezolana y la viralidad de Internet.

Como venezolano, volver a vivir el impacto de la changa en 2023 me recordó por qué esta historia merece ser contada: el creador del Raptor House hoy desafía estigmas desde las cabinas del mundo”, explica López Buschbeck.

La trayectoria de DJ Babatr es el eje narrativo del documental. Tras ser silenciado en 2008 por las autoridades venezolanas, que clausuraron las matinés y prohibieron cualquier evento asociado al género, el artista resurgió años más tarde gracias al poder de las redes. Su sonido, que alguna vez circuló en CDs piratas, se convirtió en un fenómeno digital y en una bandera para la nueva generación de DJs y productores.

Hoy, el Raptor House suena en los clubes más influyentes del planeta. DJ Babatr ha pasado por escenarios como Boiler Room del Primavera Sound, Berghain en Berlín, Mondo Disko en Madrid, DGTL, Dekmantel y Dour Festival, compartiendo cabina con nombres como Tekilatex o DJ Gigola. Incluso figuras del mainstream como Peggy Gou han incorporado temas del género en sus sets, consolidando su alcance global.


La escena actual también ha mantenido vivo el legado con nombres como DJ Deep RH y TSVI, mientras que artistas como Arca o Toccororo DJ han expandido su influencia mezclando Raptor House con guaracha, electrónica experimental y ritmos urbanos. Bandas como Rawayana, Famasloop, Yajaira La Beyaca o Genosidra han rendido homenaje al género en temas recientes, reconociendo su impacto como punto de encuentro entre lo popular y lo electrónico.

Con fotografía de Julietta Lutti, montaje de Alejandra Mejías, Roberto López y Ezequiel Monjes, y música original de Pedro Elías Corro, ‘Esto es Raptor House’ combina imágenes de archivo, entrevistas, sesiones en directo y material filmado en clubes internacionales. La propuesta, en palabras de Gabriela Gardini, directora creativa del proyecto, es “dejar que la música guíe el relato”, reflejando la intensidad y la energía eléctrica de un movimiento que nunca dejó de latir.

Reconocido por medios como Mixmag, Resident Advisor y Crack Magazine, DJ Babatr fue incluido entre los 25 productores que definieron 2023, consolidando así un legado que comenzó en los callejones de Caracas y hoy vibra en la escena global.

Con una duración de 76 minutos, ‘Esto es Raptor House’ no sólo celebra el regreso de su creador, sino que documenta el renacimiento de una cultura que, contra todo pronóstico, se negó a desaparecer. Desde la censura hasta los grandes festivales, la historia del Raptor House demuestra que los sonidos del barrio también pueden mover el mundo.


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