El reconocimiento del Ministerio de Cultura a un DJ y a un gran festival consagra por primera vez a la electrónica como patrimonio cultural contemporáneo en España
El Consejo de Ministros ha aprobado la concesión de las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2025 a un total de 35 personalidades e instituciones del mundo de la cultura. Entre nombres fundamentales de la música, el cine, la literatura o las artes escénicas, destacan dos galardones con un fuerte valor simbólico: el otorgado al DJ y productor Óscar Mulero y al festival Primavera Sound. Su inclusión marca un punto de inflexión en el reconocimiento institucional de la música electrónica y, en particular, del techno como una de las expresiones artísticas más influyentes de las últimas décadas.
La Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes distingue a quienes han destacado en la creación cultural o han contribuido de forma notable a la difusión y desarrollo del arte. Que en 2025 ese reconocimiento recaiga en una figura central del techno y en un festival que ha hecho de la electrónica uno de sus pilares supone, para muchos, una reparación histórica. Durante años, estos géneros han sido percibidos desde las instituciones como fenómenos marginales, ligados al ocio nocturno y ajenos a los circuitos culturales tradicionales. La decisión del Ministerio de Cultura, a propuesta de Ernest Urtasun, rompe definitivamente con esa mirada.
Óscar Mulero es, desde finales de los años ochenta, uno de los grandes arquitectos del sonido electrónico en España. Nacido y formado en el Madrid underground, comenzó a pinchar cuando el techno apenas tenía presencia en el país. Su trayectoria ha estado marcada por una defensa férrea de la independencia creativa, el rigor artístico y una visión del DJ como creador, no solo como selector musical. A lo largo de más de tres décadas, Mulero ha contribuido decisivamente a consolidar una escena electrónica sólida, conectada con Europa y con identidad propia.
Además de su trabajo como DJ, Mulero fundó Warm- Up y Pole .sellos discográficos que se convirtieron en plataformas esenciales para artistas nacionales e internacionales, ampliando el alcance del techno hecho en España. Desde 2013, su exploración de formatos audiovisuales en directo ha ampliado los límites del club y del escenario, situando su obra en un territorio híbrido entre la música, la performance y el arte sonoro. La Medalla de Oro reconoce no solo una carrera ejemplar, sino la legitimación del techno como lenguaje artístico complejo, contemporáneo y profundamente influyente.
Junto a Mulero, el galardón a Primavera Sound refuerza esa misma idea desde una dimensión colectiva. Nacido en Barcelona en 2001, el festival se ha consolidado como uno de los eventos musicales más relevantes de Europa y una referencia global por su programación ecléctica, en la que la electrónica convive con el indie, el rock, el pop, el hip hop y las propuestas experimentales. Lejos de ser un simple escaparate de tendencias, Primavera Sound ha construido un relato cultural coherente, apostando por la innovación, la diversidad y el riesgo artístico.
La electrónica ha sido, desde sus inicios, una de las columnas vertebrales del festival. Por sus escenarios han pasado figuras clave del techno, el house y la música electrónica avanzada, contribuyendo a normalizar estos sonidos ante públicos amplios y transversales. Además, iniciativas como Primavera Pro han convertido a Barcelona en un nodo estratégico para la industria musical internacional, fomentando el intercambio de conocimiento y la visibilización de nuevos talentos.
El reconocimiento a Primavera Sound también subraya su impacto más allá de la música: su apuesta por la igualdad —con el histórico cartel paritario de 2019—, su expansión internacional y su capacidad para generar debate cultural lo han situado como un agente activo en la transformación del sector. La Medalla de Oro legitima al festival como institución cultural, no solo como evento de entretenimiento masivo.
En un palmarés que incluye a artistas consagrados de géneros tradicionalmente reconocidos, la presencia de Óscar Mulero y Primavera Sound adquiere un significado especial. Es el reconocimiento explícito de que la electrónica y el techno han moldeado la sensibilidad cultural contemporánea, han creado comunidad, discurso y estética, y forman parte del patrimonio vivo del país. En 2025, las Bellas Artes suenan, por fin, a ritmo de bombo y sintetizador.


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