Paul Kalkbrenner, genialidad en Danzoo

En una sala Macumba a reventar, el maestro alemán sació casi todas las expectativas del público.

Se prometía noche especial en la sesion Danzoo de los viernes, en la madrileña Macumba (Estación de Chamartín). La cosa no era para menos puesto que visitaba la capital de España el sin par Paul Kalkbrenner. Un tipo que realiza una música inclasiflicable ya que sus influencias son de lo más variadas, lindando entre la línea que separa al techno del trance. De hecho si hay algo por lo que destaca su obra músical, es por el uso de melodías. Pero es que tampoco se corta a la hora de bombos duros. La diferencia estriba en la velocidad. Su música es contenida pero está llena de capas de sentimiento. Kalkbrenner suena a Kalkbrenner. Una persona que reconoce en una entrevista que su inspiración musical puede nacer mientras lee un libro, sólo puede tener un estilo propio y reconocible que lo diferencia del resto. El de Bpitch control, más que un Dj, se le considera un productor. Se dedica a hacer lives con sus temas y remixes, y eso no iba a ser una excepción.


El protagonista del film Berlin Calling reunió a gente de todo tipo y condición. No unicamente al público muy joven que suele tener Danzoo sino que también se dejaron ver mucho “veterano” para bailar al germano. Añadir que era fin de semana de puente. Esto equivale a llenazo. Y efectivamente una sala que abre sus puertas a las 12 de la noche y a las 12:30 ya hay que esperar una cola de 20-30 minutos para acceder es un síntoma inequívoco de la capacidad de convocatoria que te da aparecer en una película. Seamos sinceros, más de la mitad de la gente que fue no conocía a Kalkbrenner hace 3 años. De hecho, dudo que la mitad de la mitad supieran quién es este artista esa misma noche. Pero si no lo sabían ya no lo olvidarán jamás.

Una vez dentro de Macumba (no me cansaré de decirlo, QUÉ SONIDO TIENE ESTA SALA!!) el recinto estaba a medio gas pero iba subiendo. A los platos estaba Serious Beat. Bastante entonado para lo que se debe poner a las horas más tempranas de la noche, aunque poco a poco iba endureciendose a sonidos más techneros. Bueno, aceptamos barco como animal de compañía. Al fin y al cabo hace años Danzoo dejó de ser house para pasarse al techno descaradamente. Su compañero de cabina, el veterano Tony Méndez, se desmelenó y optó por meter más contundencia al asunto. Graves, bombos y público recién llegado de hacer botellón, primero en la calle y luego en la larga cola, a tope. Todo perfecto sino fuera porque Kalkbrenner es la antitesis a la zapatilla que estaba sonando. Los warm-ups deben ir acordes al invitado para no crear falsas expectativas a quien no lo conozca. Si una sesión debe ir en progresión acorde con su programación, para no parecer una montaña rusa, el set de Tony Méndez debería de haber cuidado más ese aspecto. Un warm-up es más importante de lo que parece.

Con la sala ya abarrotada a eso de las 3 de la madrugada apareció en una cabina más cercana al público que donde estaban los djs, un calvete, con barba de 3 dias y ataviado con una camiseta retro de la selección de fútbol alemana (de los años 80). Era Paul Kalkbrnner e iba a comenzar a dar su recital. Sonarón su remix del "Te quiero", "Dockyard", "Wait for me" entre otros. Aunque para sorpresa de todos no puso su “Gebrunn, Gebrunn”. Me gustaría describir lo sucedido y la mágica sinergia que se produjo entre el ARTISTA y el público, pero como dice el dicho: una imagen vale más que mil palabras. Disfrutad:



"Comienzo... y luego Moby-Wait for me (Paul Kalkbrenner remix)"




"Seguimos... sonará otro de los esperados Michel Cleis- La Mezcla (Paul Kalkbrenner remix)"




"Primera sorpresa: 2raumwohnung- Wir werden sehen (Paul Kalkbrenner remix)"




"Aaron y uno de los momentos más mágicos Gary Jules- Mad World (Kalkbrnner remix)"




"Por supuesto, Sky & Sand. Sobran las palabras"


Tras acabar el live con el público extasiado, es lo que tiene cerrar primero con el "Mad World" y luego con "Sky & Sand", se volvió al techno anterior de la mano de los residentes. Y fue el momento de recoger el campamento. Y aquí un lunar bastante gordo por parte de la sala: la odisea que fue recoger la chaqueta del ropero. Tuvo casi de todo. Aglomeración, empujones, colapsos. En definitiva, desorganización. Y que las chicas del ropero tuvieran esa parsimonia tampoco ayudaba. Con decir que cuando conseguimos las chaquetas empezaron a dar las luces de la sala digo todo. Sin embargo, esto no empañó las maravillosas dos horas que ofreció un apoteósico Paul Kalkbrenner en Danzoo. Al final, eso es lo que quedará para el recuerdo.

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Fotos: Electrónica&roll

Comentarios

Pablo S ha dicho que…
Joder qué grande el Kalkbrenner. Ojala algún día baje más al sur de Madrid, hubo un tiempo en que no paraba de escuchar technocracia alemana.