Emotivo live de Octave one, una zona Cocoon que arrastró a casi todo el personal y techno berlinés de calidad en la zona Bassment fue lo más destacado del día que el festival se llenó hasta la bandera
La segunda jornada del Klubbers Day fue la antítesis a lo sucedido la noche anterior. El cartel tenía mucho más tirón con áreas de Cocoon y Tresor. El techno se apoderó del Madrid Arena y la gente acudió en masa a bailar hasta el amanecer y más allá. Un ejemplo claro fue el panorama que presentaba las inmediaciones del metro de Lago. Si el jueves había casi más policía que amantes del clubbing, lo del viernes fue con diferencia la jornada con más afluencia de público.
El problema de esto es que te vas encontrando con amistades y el calentamiento previo se te alarga. Una lástima que me perdiera a Dinky (ponerla a primera hora es muy cruel) a Der Dritte Raum, y hasta a Alexander Kowalski. Pero como ya he dicho todo fue mucho más descontrolado de lo esperado.
"¡Todos a ver a Papa Sven!"
Así que con esas a las dos de la mañana no se faltó a lo que era lo más interesante del cartel, a mi modo de ver, el live de Octave One con Ann Saunderson. Los hermanos Burden y la mujer de Kevin Saunderson un combo mortal para un espectaculo musical sin parangón. Porque sonó techno lleno de soul y funk de Detroit aderezado con la carismática voz de una diva que emanaba grandiosidad desde el escenario. No solo se bailaba, se sentía.
"Arte"
"Da al play porque sobran las palabras"
"Berlín comes to Madrid" (NO ES TOBIAS, ES BEN KLOCK)
Fotos: Electrónica & Roll
Videos: Electrónica & Roll
La segunda jornada del Klubbers Day fue la antítesis a lo sucedido la noche anterior. El cartel tenía mucho más tirón con áreas de Cocoon y Tresor. El techno se apoderó del Madrid Arena y la gente acudió en masa a bailar hasta el amanecer y más allá. Un ejemplo claro fue el panorama que presentaba las inmediaciones del metro de Lago. Si el jueves había casi más policía que amantes del clubbing, lo del viernes fue con diferencia la jornada con más afluencia de público.El problema de esto es que te vas encontrando con amistades y el calentamiento previo se te alarga. Una lástima que me perdiera a Dinky (ponerla a primera hora es muy cruel) a Der Dritte Raum, y hasta a Alexander Kowalski. Pero como ya he dicho todo fue mucho más descontrolado de lo esperado.
"¡Todos a ver a Papa Sven!"Así que con esas a las dos de la mañana no se faltó a lo que era lo más interesante del cartel, a mi modo de ver, el live de Octave One con Ann Saunderson. Los hermanos Burden y la mujer de Kevin Saunderson un combo mortal para un espectaculo musical sin parangón. Porque sonó techno lleno de soul y funk de Detroit aderezado con la carismática voz de una diva que emanaba grandiosidad desde el escenario. No solo se bailaba, se sentía.
"Arte"
La palabra para definir la actuación fue emoción y sensibilidad. Y esa emotividad se disparó hacía el éxtasis cuando sonó lo que todo el mundo esperaba con ansias. Hablo de abrir el corazón, abrir los ojos y dejar que fluya como el amanecer. De lo más destacado del festival, en general.
"Da al play porque sobran las palabras"
Y cuando se puso Miki Craven fue el momento de visitar otras zonas como la Bassment. Ben Klock se solapó en horario con Octave one, así que allí estaba Tobias poniendo techno berlinés de catacumba, de club de techo bajo y luz tenue. De que gusta al clubber con experiencia. Sonidos hipnóticos y oscuros. Pero en realidad sí era el mismo Ben Klock el que estaba poniendo música, parece ser que los horarios se intercambiaron.
"Berlín comes to Madrid" (NO ES TOBIAS, ES BEN KLOCK)
Tras un breve paso por un Arena Club con pocos asistentes, lo que contrastaba con el buen aspecto presentó la noche anterior, en la zona principal presentó un lleno hasta la bandera. A los platos estaba Sven Vath y se dedicó a ser Sven Vath, que últimamente vive más de su marca que de su música. Solo pude ver el final de su set y no estuvo mal. Lo dicho antes muy Sven Vath. El que sorprendió fue Ricardo Villalobos dando muchas concesiones al publicó con remixes de temas conocidos. Aún así se dejaba atisbar su gusto por el minimal-house tan bailongo y orgánico que suele pinchar. A mi me hizo bailar y me gustó mucho más que la última vez que se dejo caer por Madrid.
"Muy acertado ese Orbital Life con el The Sound of Violence"
Como 24 horas antes, lo más sensato fue no quedarse al cierre porque el cansancio hacía mella y todavía quedaba una jornada más: La del aniversario de Planet E Communications. Uno salía del recinto a las 6:30 de la mañana sin saber lo que le depararía la siguiente noche...
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