Icke Wieder, un Kalkbrenner positivo

El nuevo álbum del maestro alemán muestra un paisaje sonoro personal a lo largo de 10 temas con un enfoque claro hacia la pista de baile

Muchos estaban/estábamos esperando como agua de mayo lo nuevo de uno de los productores más aclamados dentro del panorama electrónico mundial. Avisó hace dos meses que saldría el 3 de junio (aunque parece que se ha filtrado un día antes) y que no contendría ningún tema vocal. Estaría más enfocado a las entrañas del propio Kalkbrenner y de su música pre- Berlín Calling, de ahí el título “Yo mismo”. Cualquier duda queda disipada cuando hablamos de “tito Paul”. Siendo breve y conciso: su nuevo trabajo no decepciona en absoluto.

"La portada es lo único poco original del álbum"

Quien se espere un nuevo "Berlin Calling" (su anterior trabajo publicado en 2008) que se le quite de la cabeza porque la temática para empezar no es la misma. Berlin Calling es una banda sonora de una película en la que se debe de reflejar los estados de ánimo de un personaje que van desde el amor, a la angustia pasando por la serenidad y la locura. En ese aspecto el disco ofrecía un catálogo explícitamente variado que funciona con la precisión de un reloj suizo. En "Icke Wieder" no tenemos eso. Tenemos la obra del autor desde la experiencia del propio autor. Kalkbrenner vomita con ritmos y melodías su propio estado de ánimo, más lineal que en su anterior trabajo pero con matices por todos los recovecos de cada tema. Él transmite su sentimiento y vivencias con un techno personal, muy personal.

Hay que tener en cuenta que la mayoría de los temas los compuso en enero de este mismo año, es decir, en un momento concreto de su vida. Un momento que tuvo que ser muy bueno a nivel personal ya que se muestra exultante. Digo esto porque en "Icke Wieder" la visceralidad de Kalkbrenner emana energía positiva Y es que no hay más que ver la simpatía que desprende en sus actuaciones el hombre aficionado a las camisetas de fútbol retro.

"Un tipo así es imposible que te tenga mal humor"

Es muy difícil valorar en sentido técnico la música de alguien que produce una música tan personal y propia. Kalkbrenner suena a Kalkbrenner y punto. En los diez cortes se nota su buen hacer y su amor por el techno.

"Icke Wieder" se abre con "Böxig Leise" un tema con un tempo lento donde la melodía del teclado poco a poco va llenando de vitalidad el ambiente. Como si la felicidad fuera algo tangible gracias a una melodía pizpireta que parce decirnos: Pasen y vean que nos lo vamos a pasar en grande. Acto seguido, con "Gutes Nitzwerk", el ritmo se acelera sin brusquedad. La cosa fluye con groove y sonidos bucólicos a lo que se le añaden unas guitarras que dan un aire funk y sin complejos al track. Toda va bien y que así sea.

"Empezamos tan alegremente"

Con "Jestrüpp" (algo así como maleza) encontramos un tema en constante progresión y cambiante. Suave y melancólico con un bombo fuerte que contiene un hilo de fondo que se transforma en rabia gracias a los riffs de guitarra que irrumpen para dar seguridad y fuerza a la producción. De los mejores cortes del álbum y elegido como primer single.

"De los mejores, pura fuerza"

Y si lo que destacan en estos tres primeros temas es el bombo característico de Kalkbrenner en Schnakeln, la cuarta canción, son los ritmos rotos y la percusión los protagonistas las distorsiones sonoras son marca de la casa y totalmente reconocibles.

"Kleines Bubu" (Pequeños bubu) es la quinta canción y es donde el sonido de cuerdas aparece. Un tema potente, animado y juguetón. Los violines van en un crecendo que junto al toque Kalkbrenner se crea un techno armónico de altísima calidad. Y de regalo al final se añade una ocarina por si faltaba algo.

"Kalky se pone juguetón"

En el ecuador del disco con "Des Stabes Reuse" se produce un posible auto-homenaje porque el título significa reutilización del personal. Hay un deja-vú a "Gebrunn, Gebrunn" en los primeros compases. Es un tema misterioso y embaucador. Ausente de todo bombo el peso lo lleva unas palmas profundas que remarcan la oscuridad de los acordes que suenan.

A partir del séptimo tema claramente el disco se vuelve más movido, si es que antes no lo era. En "Sagte Der Bär" (el oso dijo) lo tomó como su dedicatoria a la ciudad de Berlin y su escena clubbing. Es un Tech-house menos intuitivo y más cerebral con una línea de bajo que pretende introducirte a un viaje con destino a una melodía “kalkbreniana” para que vuele tu mente al ritmo de tus piernas. Y lo consigue. Más nostálgico y evocador se muestra en "Kruppzeug". Un toque de romanticismo no viene mal y qué mejor que usar el sonido limpio de un teclado como alma y un bombo bien marcado como latido de corazón. Todo ello sin perder un ápice de dinamismo.

"Hasta para hacer más de lo mismo tiene clase"

Los dos últimos temas refrendan la idea de que este disco no es música para las mañanas como aseguró el propio Kalkbrenner. En "Schmökelung" tenemos un corte energético. Es techno. Aquí no se anda con rodeos. Esto sí que es el añejo Kalky que prometió en su adelanto.

Y por último nos encontramos con lo que es para un servidor la bomba de relojería de "Icke Wieder". "Der Breuzen" es un cierre directo al corazón de la pista de baile. Mezcla todos los elementos anteriores y pueden convertir a este tema en un auténtico terremoto enfocado al clubber más exigente. Techno sin concesiones pero con la sensibilidad melódica característica de Paul Kalkbrenner.

"El que será el parte-pistas"

En resumen esto es lo que me dice a mi el nuevo trabajo del alemán. El sobresaliente lo tiene ganado. Ahora hay que esperar a ver como funciona en directo. Oportunidades para ello tendremos a lo largo del verano ya sea en la apertura de Amnesia en Ibiza, en Sónar en Barcelona, en el desierto de los Monegros o en Creamfields-Andalucía.

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Todos los videos insertados de los temas del disco, y los enlaces de los mismos, están borrados (supongo que la discográfica le habrá cancelado la cuenta a la persona que los subió). Para escuchar los temas podréis hacerlo desde Groove Sharks buscando Icke Wieder.