Global Communication, ambientando Madrid

Tom Middleton y Mark Pritchard iniciaron los eventos de la RBMA en un teatro Infanta Isabel lleno hasta la bandera para ver su directo del imperecedero disco 76:14

Domingo 23:37 aproximadamente. Uno que deja las cosas para casi última hora le da por entrar en la web de la RBMA para comprobar cuantas entradas anticipadas quedan para ver en menos de 24h a la formación Global Communication. Saltan todas las alarmas al ver solo disponibles 22 entradas. Pasando de pedir acreditación de prensa, más vale pájaro en mano. Ya solo quedan 21.


Lunes 12:24 aprox. Alguien se percata que ya ha comenzado la RBMA y me pide consejo de dónde ir. Le recomiendo el concierto que se va a celebrar en el Teatro Infanta Isabel a las 21:00. Le paso el link para adquirir las entradas. Todas agotadas.

16:45 Muchos clubbers militantes confirman asistencia a través de distintas redes sociales. La música promete cuando sabes qué tipo de gente va a asistir.

20:30 Las inmediaciones del teatro están semidesiertas. ¿Habrá entrado todo el mundo para coger el mejor sitio? Poco a poco comienza a acercarse más gente. Van a las taquillas. No hay entradas. Comienza a formarse a una cola que va entrando con rapidez. Se producen reencuentros con personas de bien que nos conocemos de estos saraos. Varios individuos buscan entrada con ahínco. Recurren a la reventa. Nunca pensé que escribiría esto: gente acudiendo a la reventa para un evento de música electrónica en el centro de Madrid ¿Algo está cambiando?. Para su desgracia todo el que tenía entrada no la soltaba por nada del mundo.


20:50 Entramos al teatro. ¿A coger sitio? No. Al bar de la planta de arriba para tomar un pequeño piscolabis y hacer relaciones sociales hablando de música y de la escena.

21:30 Ahora sí, a coger la mejor butaca que se pueda. Hay tanta gente y con el tentempié de antes nos hemos juntado unas 8 personas. Difícil coger tantos asientos libres y juntos. Toca irnos a las últimas filas. Eso sí, centrados.

22:03 Tras una bambalina aparecen las sombras de Tom Middleton y Mark Pritchard dispuestos a desgranar su disco 76:14 a través de sus máquinas y ordenadores. Hay que recordar que este álbum, datado en 1994, es considerado un clásico del Ambient. Un trabajo tan imperecedero como el propio nombre del disco y de sus cortes que se refieren a su duración temporal.

22:04 La luces se apagan el silencio reina y se interrumpe con un mensaje de presentación de la formación y su sonido en varios idiomas al igual que el interludio “0:55” (sexto corte del disco). En la bambalina las proyecciones cambian del logotipo del dúo y nos mandan a mundos galácticos y futuristas. Todos pensamos en Star Wars, Star Trek, Flash Gordon o Dune. Suena la etérea “4:02”. Comienza el viaje y vemos como estrellas hiper-pixeladas surcan el espacio (quizá la proyección más cutre y lo único que parecía haberse hecho en 1994) para dar paso a otro tema recurrente. El paso del tiempo.

22:09 El despiadado e irreversible Tic-tac. Siempre sin tacto. El que pone a cada uno en su lugar. Inevitable. El que nos hace reflexionar hacia el pasado, el que nos hace vivir el presente y con el que miramos al futuro. Un péndulo, un reloj y su mecanismo nos marcan que estamos ante “14:31”. Un tema emocionante y vivido así más. Para hacerlo más intenso se añaden bombos crípticos al final. Todos estamos con el alma embargada. El viaje espacial se convierte en un viaje interior de cada uno.

22:24 Un juego de sombras chinas de una cuna que se mece sobre unos árboles o una cuna hecha de ramas (a gusto del consumidor) se proyectan en el escenario con el armonioso “12:18” el último tema de 76:14.

22:35 Vemos como unas células rosadas se mueven y multiplican. Una mitosis sonora con un tema que a pocos les suena que sea del disco que tocan, aunque se reconocen elementos del "9:39".

22:40 Comienzan unas turbias proyecciones en color ocre que simbolizan movimiento. Suena el “8:07” con el que a un servidor se le puso la carne de gallina. Precioso tema y del que Atticus Ross y Trent Reznor bebieron mucho para hacer algunos tracks de la BSO de La Red Social.

22:48 Parece que esto llega a su fin. Y solo se ven las siluetas de los dos artistas. Pero uno de ellos nos dice que todavía queda un último cartucho. Una arma que nos va a despertar de este viaje onírico, para cabreo de algunos y regocijo de otros. Del Ambient pasamos al House más inglés. Se plantan con “The Way”. Aquí la interacción del público se hace patente con tímidos gritos y silbidos más propios de un club que de un teatro. Muchos de los asistentes marcan el ritmo con su cabeza.

"Resumen audiovisual, grabado como se podía desde las últimas filas"

22:57 Se acabó la función. Middleton y Pritchard dejan de esconderse tras la bambalina y el teatro es unánime: se han ganado la ovación en forma de aplausos.

23:00 Todo el mundo está ya en la calle y se comenta la jugada. Al final todo ha sido una compresión de 76 minutos y 14 segundos de Ambient utilizando sonido garage para rematar la faena. La experiencia se nos hace corta pero como dice el refrán: lo bueno si es breve, dos veces bueno.

23:15 Hora de que cada uno vuelva a su casa. En mi caso con la satisfacción de quitarme la espina de Sonar ya que no pude ver su actuación allí.

Comentarios

Nacho Oncina ha dicho que…
Que envidia, yo me quedé con las ganas de ir..
Sergio Bifeis ha dicho que…
Te perdiste una bonita, pero corta, experiencia.