Gran música y pésimo sonido en la despedida de la RBMA

La tripe T (Tensnake, John Talabot y Prins Thomas) fueron el broche de oro a un mes de música en Madrid. Solo se encontraron con un problema: el sonido de La Rivera

Se acabó la Red Bull Music Academy. Un mes entero de eventos de música electrónica en la capital. Pero antes de reflexionar qué ha supuesto esto para Madrid y su escena hay que narrar como fue la fiesta de despedida del viernes 25, que bajo el nombre Farewell Night contaba en su cartel con gente de la talla de Tensnake, Peaches, Delorean, John Talabot, Prins Thomas, L-Vis 1990 y Gerd Janson, entre otros. El lugar elegido para tal acto fue La Riviera. Sala conocida por su gran capacidad y por su malísima sonorización de la sala principal. Esta noche, lamentablemente, no fue una excepción.

"Lleno"

Cuando accedimos a La Riviera ya estaba sobre el escenario Peaches, o lo que es lo mismo, Merrill Beth Nisker. Si bien su música no se escuchaba del todo mal, en cuanto la cantante cogía el micro las saturaciones aparecían por doquier. Decir que su electroclash a veces parecía electro-pachanga. Reconozco que se me pasó por la cabeza que de un momento a otro sonaría Jennifer López, para que os hagáis una idea. Y su show-espectáculo encima de la mesa con el modo “rock-star” ON (muy a lo Steve Aoki) como que no le convence a un servidor, aunque para el resto fuera la caña de Toronto. Pero a medida que iba avanzando su set parecía que se iba poniendo más seria, musicalmente hablando. Aún así era la ocasión ideal para buscar exilio en la planta superior donde se encontraba L-Vis 1990 con su característico sonido de graves gordos y mucha UK Funky. Y aquí el sonido sí que estaba a la altura de las circunstancias. Entre otros temas pinchó un remix del “Percolator” de Cajmare para el desenfreno del personal.

"L-Vis 1990 en acción"

De vuelta a la principal iba a empezar uno de los platos fuertes de la noche, el live del alemán Tensnake. Deep-house con un gusto al alcance de pocos. Y es que no sé que tiene la escena de Hamburgo que le pegas una patada a un bote y te aparecen productores de una clase tremenda. El risueño Marco Niemerski sentía su música y se le veía disfrutando en el escenario con una tremenda complicidad con el público (en el segundo video veréis como nos dispara en el min 1:20). Y así fue metiendo sus propias producciones como "Something about you" o "Coma Cat", (recibido entre alardes) y sus remixes del energético "Jam Hot" o su perfecta elección para cerrar con su visión del mítico "Everything in it is right place" de Radiohead con lo que La Riviera se rindió. Fue EL MOMENTO.

"¿Quién se puede resistir a no bailar con la melodía del Coma Cat?"

"Primero dispara y luego nos mata de gusto con Radiohead"

Con Tensnake no se escuchaba del todo mal según la zona donde te pusieras pero a quién le tocó bailar con la más fea fue al gran John Talabot. El set del barcelonés fue, a falta de una palabra mejor, cuasi-perfecta en cuanto a selección y técnica. ¿Dónde residió el problema? En los petardazos de los altavoces que llegaron a estropear temas enteros. En vez de bailar a ritmo de exquisito deep parecía que alguien estaba friendo unos huevos fritos o estaba preparando unas palomitas de maíz. Una pena que deslució la brillante sesión de un Talabot que, a diferencia de Tensnake, no levantó la mirada al público en ningún momento. El de Hivern Discs solo tenía concentración y ojos para su equipo. Y en estas circunstancias no me extraña.

"Ganas de pillarle por banda"

"100% concentrado"

Para cerrar le tocó el turno al noruego Prins Thomas que además de pinchar con vinilo adjuntó a su sesión un Mini-Moog. Este simpático barbudo ofreció su discurso de Space-Disco y Nu-disco divertido y con referencias al dance noventero como esa versión de "Rythm the night" de Corona. Con Thomas el problema de sonido de sala menguó y aunque nos despedimos de la RBMA media hora antes de su cierre se notaba en el ambiente que la gente disfrutó de la noche.

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Fotos y videos: Electrónica & Roll

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