Una oda a los límites del ruido de la mano de Javier

El nuevo E.P del aka más abstracto de Thompson no es apto para oídos sensibles

Póngase en la situación de una rutina diaria de alguien que trabaja en la "industria" de la música electrónica. Uno se levanta, se lava la cara, echa su meadita matutina, se viste, se prepara el desayuno, coge su ordenador, lo enciende, abre los mails y se conecta a las redes sociales. Y ve que Javier -como ya os he hablado de su trabajo previo, me ahorro presentaciones- ha publicado un nuevo E.P. Uno lo abre mientras da el primer sorbo al café y empieza a saber a vinagre porque lo que estás escuchando te empieza a afectar físicamente. Eso es lo que pretende el productor con L.N.A. Comprobar cuál es tu límite.


Este trabajo es un desafío al oyente y así es como hay que tratarlo. No lo vas a pinchar en tu vida a no ser que seas Aphex Twin y odies a tu público. Es una experimentación pura y dura del ruido como sonido libre y caótico sin ningún tipo de regla. Una obra salvaje que juega con la paciencia del oyente. Si bien al principio se puede soportar y tomárselo como una gracia la cosa se puede volver seria y dramática en el último corte. Un equivalente al 2 girls 1 cup en música electrónica. Noise provocador que puedes comprobar tú mismo. No intentes comprenderlo, ni descifrarlo como si vieras Carretera Perdida. No encontrarás sentido pero hará que tengas sensaciones que no tienen por qué ser cómodas. Avisado estás.

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