Algo pasa con Goa

Goa Lego fue una fiesta donde musicalmente Petar Dundov deslumbró, Erol Alkan cumplió y Fritz Kalkbrenner triunfó


Lo primero de todo hay que decir que Goa Lego, que se celebró el pasado domingo en Fabrik, recordó -en cuanto a afluencia de público- a aquella Goa de junio de 2009 en la que se prohibió el botellón en el parking principal y se exigía entradas para acceder al de tierra. Una de esas fiestas que los más fieles del lugar, donde algunos veníamos de más atrás, disfrutamos por la comodidad de moverte sin agobios. El precio a pagar era ver una Main Room a medio gas al final de la noche, pero su contrapartida era un ambientazo en su terraza. Lo ocurrido en Goa Lego tiene ciertas semejanzas con aquella en cuanto a sensaciones vividas dentro (muchas ganas de pasarlo bien y público variopinto), sin embargo ya no tenemos terraza (lo que hace que mucho veterano haya desaparecido), los horarios han cambiado y en el parking principal presentaba un aspecto que era un cruce hardcoriano levantino con el fondo sur del Bernabeu. Lo segundo era lógico por la resaca futbolera, pero lo primero aún sigo buscándole algún tipo sentido. Darlo todo con esos ritmos duros cuando en el interior del garito no vas a encontrar esa contundencia y velocidad ni por asomo; me parece, cuanto menos, curioso.


Para un servidor, esta Goa merecía la pena por los directos de Petar Dundov y de Fritz Kalkbrenner. El croata empezaba a las siete de la tarde y 10 minutos antes ya veíamos como montaba su set-up en una sala Satélite que no tenía nada que envidiar a la densidad de población de lugares como el Sahara o Chukotka. Tiago Fragateiro desde Gare Club mantuvo el tipo con la docena de personas que allí estábamos. Arrancó Dundov y tuve la esperanza que al menos se llenará a mitad de pista, pero no. Siendo generoso estuvimos unas 70 personas viendo a un artistas que apuesta por sonidos melódicos (básicamente su directo fue un repaso a sus dos últimos álbums, Ideas From The Pond y Sailing Off The Grid, pero no dudaba en meterse en el lodo ácido y technero en la recta final de un directo donde su exquisito tratamiento melódico hizo que los allí presentes estuviéramos en trance y bailando a pesar del ambiente frío. No hubo nadie que no aplaudiera cuando acabó su actuación. Detalle a tener en cuenta.




Ya sabíamos cómo estaba "la pulpería" ¿qué aspecto presentaría la principal con Erol Alkan? Mucho más llena. Funcionando a un 70-80%. Lo que era la pista de baile como tal estaba repleta de gente pero sin agobios. El resto de zonas (laterales y final) estaban prácticamente libre con lo que refrescarte el gaznate o ir al baño no se convertía en ninguna odisea. El público estaba entregado hasta cierto punto. El set de británico fue expeditivo pero con altibajos. Como se esperaba de él, apostó en abundancia por material editado en Phantasy Sound. Desde Daniel Avery hasta Tom Rowland pasando por Ghost Culture y el propio Alkan. Todo muy bailable y si comulgas con ello, perfecto; pero le faltó un pelín más de picante. La mejor forma de resumir su trabajo gráficamente son dos imágenes: un archivo digital corrupto le jugó una mala pasada para más tarde poner House Nation y que llegara el delirio.


Quién se ganó al público desde el minuto uno fue Fritz Kalkbrenner. Hizo lo de siempre, su live con un laptop y controladora. No cantó, aunque lo pareciera. Y su repertorio se basó en los dos álbums editados por Suol, Here Today Gone Tomorrow y Sick Travellin´, dando más importancia al segundo de ellos. Uno de los momentos cumbres donde hubo comunión total con la pista -que sí bailaba pero parecía que le faltaba un plus si no había chorrazo de megatrón- fue con el animoso Right In The Dark.


Tras aquello, y a falta de un cuarto de hora para que acabara su directo, hubo toque de retirada del que suscribe (madrugones y tal). El set de Gregor Tresher, que parece que funcionó muy bien, os lo tendrá que contar otro. Mientras seguiremos preguntándonos que algo pasa con Goa. Un buen motivo para la animación de próximas fiestas.

P.D: Agradecer a la organización de Trip Family y el staff de Fabrik el buen trato que dieron en particular a E&R.

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