Reykjavik 606 en constante elevación

Presentan su etéreo The Eleven en la primera referencia física de Soulless Lab Records

Kino Internacional y Borja Piñeiro quieren acabar el año como lo empezaron: dejando a todos un buen sabor de boca y convirtiendo a Reykjavik 606 en la formación nacional revelación del año. Para quien no tuviera suficiente con su celebérrimo álbum debut From... To... ahora tienen una nueva pildora de música paisajística, atmosférica, etérea y evocadora con The Eleven. Un trabajo que ve la luz en el sello madrileño Soulless Lab Records en lo que supone la primera edición en 12" de esta etiqueta que siempre apuesta por vanguardia sonora. En esta ocasión el artwork viene con la firma del fotógrafo y artista multidisciplinar Luis Aguas


The Eleven se compone de tres cortes originales de los donostirarras en su mondo más ambiental e IDM. Es un disco para escuchar ya que eliminan de la ecuación cualquier rastro que haga bailar antes a tus pies que a tus neuronas. En su visita a Madrid, Borja Piñeiro (el encargado de pulir los ritmos) nos comentó su desapego por las estructuras simples. Hablando en plata: marcar el ritmo con un compás 4/4 a base de negras no le motiva. Y eso se palpa desde el primer momento en 'Riverside', un track con un ritmo cambiante y al mismo tiempo solemne. La melancolía va de la mano en los pads y las construcciones oníricas de Kino Internacional.

Ese regusto por envolver de cinemática a los sonidos para conseguir un efecto hipnótico y escapista se agudiza aún más en 'Nara'. Pura fantasía que si viniera firmada por un señor inglés a alguno le saldrían granos pajeros.

Pero no, son dos vascos que con '9th Floor' parece que se van a marcar un tema a lo DarkSide y meten un punto más de intensidad que los distinguen de extinto dúo americano.  Para redondear la jugada, cuentan con el sevillano Lost Twin para reconstruir este track con un remix que potencia la fuerza del original. Este artesano de beat, que este mes ha estrenado nuevo LP The Mist,  construye y deconstruye a su antojo sin perder el norte en ningún momento. Es respetuoso con el material que le entregan y devuelve cinco minutos fastuosos. Aupando aún más un 12" de unos Reykjavik en constante elevación.



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