From My Mind To Yours, el regreso que necesitábamos

Richie Hawtin vuelve por sus (buenos) fueros en Plus 8


El viernes se produjo por sorpresa la publicación del nuevo álbum de Richie Hawtin. Ya sabíamos que iba a lanzar un nuevo LP llamado From My Mind To Yours en su sello Plus 8 a través de una serie de vinilos (concretamente siete) y una recopilación en CD y digital aunque desconocíamos que el artista se desdoblaria en varios de sus pseudónimos más conocidos como Plastikman y F.U.S.E, en otros no tan famosos como Circuit Breaker, R.H.X o Robotman; además de descubrirnos otros nuevos como Childsplay y 80xx. Pero había que comprobar si todo lo que decía sobre su vuelta a sus raíces era realmente eso, trasladar a nuestros días un retorno artístico de su glorioso pasado; o, por en contrario, nos íbamos a encontrar con el segundo intento de reverdecer laureles que le sale rana tras una carrera creativa convertida en los últimos años en un chiste fácil y hasta grotesco; sobre todo para sus seguidores más veteranos. En esta ocasión, y sin ningún género de dudas, Hawtin demuestra que cuando quiere, puede y va sobrado.



Antes de comenzar a analizar el extenso disco hay que matizar lo que representa Richie Hawtin en la música electrónica porque es un caso paradigmático como pocos. Hawtin es al Techno lo que Elvis Presley es al Rock o Eminem al rap. El canadiense de adopción pero británico de nacimiento vivía en Windsor, ciudad fronteriza con un Detroit en plena crisis industrial pero con una efervescencia creativa sin paliativos. Su adolescencia coincidió con la primera ola del Techno de Detroit donde los negros fueron los creadores del estilo y género. Ya como veinteañero se subió a la segunda ola que consolidó el Techno y en cierta parte lo regeneró, y junto con John Acquaviva (otro blanco) creó hace un cuarto de siglo Plus 8 convirtiéndose en uno de los sellos de referencia. Hawtin no solo tenía el talento necesario -y las herramientas adecuadas con un padre que era un reputado ingeniero de sonido- para hacerse su propio hueco sino que tuvo la visión de negocio ideal para popularizar su música al resto del mundo.

Estamos hablando de los primeros años 90, una década en la que como Plastikman creó 'Spastik' que continúa siendo un tema recurrente en cualquier sesión, como F.U.S.E abrió puertas a otros mundos con Dimension Intrusion, se atrevía a experimentar en obras como Concept, hizo uno de los CD-mixes más inspirados como es Decks, EFX & 909 y es uno de los que remaron a favor de la corriente minimal en la música antes de que la explotara hasta la saciedad como gallina de huevos de oro. Todo ello sin entrar en temas puramente empresariales como su vinculación a la tecnología de Final Scratch o su participación en Beatport por nombrar dos de los ejemplos más conocidos.

Por todo ello es el Rey Midas del Techno y el Minimal. Pero desde que se mudó a Berlín y comenzó a vivir la vida loca, dejando en un segundo plano el aspecto puramente musical para centrarse en el negocio puro y duro y vivir de las rentas con una masa aletargada que le consiente todo, en los últimos años ha sido noticia más por sus salidas de tono que por sus aportes creativos propios. Y aunque él siempre ha buscado nuevas fórmulas para seguir en el candelero, su sesión ENTER. en Ibiza, sus colaboraciones con artistas como Ali Demirel, su vuelta como Plastikman con gira primero y disco fallido después, entre otras; siempre había un poso de que todo lo que nos tenía que haber dado el genio de Hawtin, ya lo había hecho. Que sí, que se puede inventar mil historias y ponerle envoltorios bonitos y fascinantes pero su sequía creativa, que palidece en comparación con un legado para admirar una y mil veces, era irrebatible.

Esa situación solo la podía revertir el propio artista y lo mejor para salir de un bache así es volver a los orígenes. Pero de verdad, sin prisas y con un entorno adecuado para que la chispa vuelva a surgir. Y eso es lo que ocurre con From My Mind To Yours que Hawtin se convierte en un Ave Fénix y lo hace por la puerta grande.

Quizá volver a un estudio de dimensiones más familiares como el que tenía en casa de sus padres en Windsor le haya ayudado a encontrarse a sí mismo. Este nuevo LP hace alusión al primer recopilatorio de Plus 8. De hecho el único tema que firma con su nombre es el primero con un título bastante significativo, 'No Way Back', donde parece decirnos que no hay marcha atrás. Son trece minutos donde nos muestra todas las caras que vamos a encontrar, el Hawtin technero, el Hawtin minimalista, el Hawtin ácido, el Hawtin atmosférico, el Hawtin experimental y, en definitiva, el Hawtin con ganas de aportar y con las ideas claras desterrando el caniqueo y las gotitas de agua a la basura. Un tema que podría entrar en el saco de los tracks con empaque de EX.

A partir de aquí llega el recital de akas. Primero con uno nuevo como es Childsplay realizando con 'Stretching' en un ejercicio conceptual de percusión sintética y minimalista. Después retoma el pulso con un sencillo y directo 'Simple Simon' recuperando uno de sus alias olvidados como es Robot Man. Techno minimalista, que no minimal-techno, siguiendo la estela que abrió Robert Hood. Para algo más salvaje y primario recurre a Circuit Breaker para demostrar que no se le ha olvidado crear temas para poner caras simiescas al personal. 'Systematic' es adrenalina mientras que bajo R.H.X cierra el LP llevándonos a parajes ensoñadores siendo sutil, suave y elegante. 'Xtension' es un colofón que equivale al relajante cigarrillo de después por la satisfacción del trabajo bien hecho.

Con estos cinco nombres despacha un tercio del disco, pero lo gordo llega con dos de sus más conocidos, Plastikman y F.U.S.E, y uno de nueva creación como es 80xx. Una vez profanado Plastikman con EX, el mayor miedo para todo fan de Hawtin es que recupere F.U.S.E y se vuelva a quedar en tierra de nadie.

Por suerte para todos, incluido el propio Hawtin, esto no ocurre en los dos cortes que firma con su emblemático aka. En 'Them' se casca la producción más larga del disco llegando casi a los 16 minutos en los cuales Hawtin se divierte cosa mala llevándonos de viaje a mundos sub-atómicos. En 'Close' hace lo mismo pero en menos tiempo y más crudeza. Uno es para disfrutar del paisaje, el otro es para disfrutar de la velocidad y las curvas.

Como Plastikman aporta cuatro tracks y en cierta parte se resarce de lo que pudo haber sido EX y no fue. No hay que negar que hay una sensación de querer hacer un "Spastik 2.0" al escuchar 'Purrkusiv' y en menor medida en 'Akrobatix', mientras que en 'Gymnastiks' y 'Cirkus' encontramos un talante más sosegados pero sin dejar de mirar a la pista de baile.

La pirueta final llega con 'EXpanded' donde enfrenta ambos los dos akas como penúltimo tema del LP en una nueva confirmación del despertar de su talento de siempre.

Otra cosa es 80xx que es el nombre con el que pretende aunar todo su legado que nadie rechista con la música más lineal que ha venido desarrollando desde hace una década. El resultado es desigual dependiendo de gustos. Aún así se puede rescatar lo penetrante que 'Creepr' y lo psicodélicas que son 'Creatur' y 'Grindr'.

Así son las 15 producciones que entrega Hawtin cuando no éramos pocos los que no esperábamos volver a escuchar el rugido de uno de los artistas capitales del Techno. El futuro, caprichoso como siempre, dirá si este álbum es un canto de cisne o una nueva y esplendorosa etapa del canadiense en tareas de producción. Pero lo que queda claro es que From My Mind To Yours es el regreso que todos, incrédulos o no, necesitábamos para no perder la fe en uno de los genios de la música electrónica. Vuelvo a creer.

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