El abrazo jazz de Reykjavik606

Endless Summer In Peckham es el nuevo álbum de los donostiarras tremendamente influenciado por el UK jazz


Por fin tenemos entre nuestras manos el nuevo disco de Reykjavik606, posiblemente el más ambicioso en cuanto a composición e intenciones del dúo donostiarra. De nuevo Forbbiden Colours vuelve a confiar en el proyecto que une a Kino Internacional y Borja Piñeiro, que entregan un trabajo valiente que transita entre lo moderno y lo clásico, entre la instrumentalización y los sintetizadores de diverso pelaje en una simbiosis que recrea el espíritu eminentemente jazz, y concretamente toda la nueva ola del denominado UK jazz. No es coincidencia que la obra lleve por título el barrio londinense de donde proviene toda esta escena regeneradora del jazz británico se atreve a experimentar, mezclar y reinventar estilos.

Endless Summer In Peckahm es un disco donde se alejan, solo en parte, de su gusto por una electrónica abstracta y fuertemente sintética. Los sintes siguen formando parte de la concepción sonora escapista del dúo pero ahora suman un espíritu mucho más orgánico, en base a algo que ya habían experimentado en su anterior trabajo en el sello guerniqués, con la incorporación de músicos en el proceso de grabación. El batería Carlos Sagi y el bajista Xabier Barrenetxea se embarcan en esta aventura con los donostiarras que también han conseguido la colaboración del británico Ishmael Ensemble aportando su talento al saxo en el corte de abre y da título al álbum.

Trabajar con músicos en el prestigioso Mecca Studios también ha supuesto un cambio de mentalidad a la hora de abordar el disco desde la improvisación en el estudio captando la inspiración de la forma más espontánea posible. Y todo esto se transmite desde el primer segundo de cada uno de las cinco producciones originales que componen el disco.

Ya conocíamos previamente 'Endless Summer In Peckham' donde las baquetas de Carlos Sagi y el bajo de Xabier Barrenetxea cabalgan y se compenetran sobre el ritmo, la línea Wurlitzer y las notas en el teclado compuesta por Reykjsvik606 con el gancho de Ishmael Ensemble haciendo virguerías con su saxo. Todos coordinados en una atractiva mezcla de jazz y dub.

El tratamiento de texturas ambientales y ensoñadoras permanece inmutable en '1980' un halo misterioso de una bruma sonora extraída de sintes añejos como Korg LP-10 (que inspira el título de la canción) y un clásico Juno 6 donde la fuerza llega en el desparrame de Sagi a la batería.

Los temas centrales de disco son en los que más se puede reconocer la personalidad de siempre de Reykjavik606. Primero con 'Just Do It' en el que nos muestran un bucólico paisaje sónico a través de la pericia de los productores en la manipulación de los sintes modulare que es tremendamente hipnótico. El toque jazz vuelve a estar de nuevo en la batería marcando la intensidad. Prácticamente con los mismos elementos pero aún más atmosférico e inquietante se presenta 'Never Walk Alone'. Un título que parece un homenaje al fútbol de las islas británicas pero los donostiarras se nos muestran más intimistas y al que casi homenajean es a Badalamenti en cuanto a intenciones.

Pero la auténtica rareza se encuentra en 'The Absence'. Y bendita rareza que relaja y emociona a partes iguales gracias al preciosismo y melancolía que desprende. Por un lado Borja Piñeiro tocando un piano de cola y por otro la violinista Arantza Molina. Ambos en una jam session a cara perro que toca el alma.

La euforía regresa con el rework de Tenderlonious a 'Endless Summer In Peckham' apostando por una mirada un poco más club y house pero sin perder la esencia jazzy que tan fuerte ha abrazado la formación vasca. Un disco que es pura delicadeza y amor por el UK jazz. Por ponerle un punto negativo es que el abrazo en intenso, bonito y tremendamente gratificante, pero se nos ha hecho demasiado breve. Queremos más, somos así de mimosos.

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