E S C A P E, la psicodelia de Peaking Lights en Dekmantel

La dupla estadounidense publicá su octavo álbum en el sello holandés



E S C A P E. Escrito con siglas y separación como un grito desesperado. Nunca un título pudo ser tan acertado para los tiempos que vivimos. El bien avenido matrimonio de los estadounidenses Aaron Coyes e Indra Dunis que forman pareja artística como Peaking Lights presentan su octavo disco en el que nos incitan a escapar de nuestra realidad. Y lo hacen con las armas con las que han ido construyendo una sólida carrera.

El álbum se pone a la venta hoy en el sello Dekmantel, lugar donde ya editaron su anterior EP, Sea Of Sand, y que además tiene sede en Ámsterdam, ciudad en la que actualmente residen tras mudarse desde San Francisco. El LP se compone de un total de 12 tracks que condensan toda esa energía cósmica con cierta esencia hippie. El secreto de Peaking Lights es una mezcla entre el pop electrónico que bebe del synth-wave y el krautrock donde la psicodelia y la atmósfera dub es el principal gancho junto con la hipnótica voz de Indra Dunis. No hay que esperar más, ni menos; porque han perfeccionado su sonido. Si te dejas seducir y abrazar por su propuesta es muy fácil que caigas en el trance mental que promulgan. Si no lo haces, el disco se te puede hacer bola.

E S C A P E arranca con directo con 'Dharma', el segundo track más largo del álbum, que expande toda la psicodelia con sonidos retros donde las cajas de ritmos ochenteras y los bajos dan consistencia, mientras que todas las texturas narcóticas, melodías sintéticas y arreglos diversos son las que nos embelesan junto la característica voz celestial de Dunis. Aquí es donde arranca el viaje que continúa con la popera y festivalera 'Peace', una de esas canciones que cualquier grupo indie vendería a su madre por hacerla. También con ese toque festivo pero más oscuro se presenta 'EVP'.


'The Dammed' por su parte nos recuerda a una elctrónica más primitiva y arcaica pero irresistiblemente atractiva por ese halo tan kraftwerkiano. El impás llega con los dos minutos de 'The Cave' en un juego de sintetizadores como si fuera la intro de Stranger Things. El pulso avant-pop se retoma con 'Soft Escape' mientras que 'Eyes Alive' es un ejercicio de dub cósmico de carácter esotérico -que luego repiten con cierto toque más tropical y paradisiaco en 'Dreams'- mientras nos prepara para el siguiente golpe de efecto como es 'Inneterrestrial' una profunda balada de synth-pop etéreo. En esa misma línea pero con más nocturnidad y alevosía entregan 'Silver Clouds' que tiene un espíritu muy sensual y pícaro.

La recta final tenemos el segundo interludio ambient como es 'Searching Sea' para llegar a la catarsis y cerrar con el track de mayor longitud del álbum, 'Traffic', donde meten en una batidora todo lo anterior. Si comenzaron fuerte, en la conclusión no se puede bajar el pistón y llevan su discurso psicodélico al siguiente nivel para acabar extasiado. Si E S C A P E funciona como experiencia auditiva, no se puede dudar del potencial que puede tener en directo. Desgraciadamente tendremos que esperar para eso.

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