Lights Out de The MFA, cuando lo bueno se hace esperar

La mítica dupla británica presenta su álbum debut en el sello Traum



Hace año y medio nadie esperaba el retorno de THE MFA. Solo los más nostálgicos del sonido primigenio de los primeros Border Community nos preguntábamos qué habría sido de ellos sin esperanza de que dieran señales de vida artística. Pero, pandemia global mediante, volvieron a la palestra de manera totalmente sorprendente con un EP llamado Oranges and Lemons editado a través del sello alemán Traum. Y demostraron que no habían perdido su habilidad para construir emocionantes temas melódicos pero que a su vez regresaban para ofrecer algo más. Ese algo más toma forma y fondo en el día de hoy con la publicación de Lights Out, su álbum debut prácticamente 20 años después de su impresionante irrupción en la escena electrónica europea con el ya más que icónico 'The Difference It Makes'.

De nuevo en Traum, su nueva casa, y con tanto tiempo transcurrido nadie puede esperar que recurran a lo ya conocido sino que prefieren aprovechar todas las posibilidades que te da hacer un trabajo que se compone de 10 cortes: expandir su sonido y buscar nuevos territorios. En definitiva, ofrecer algo diferente que pueda perdurar. Con esa ambición y, no olvidemos, con el telón de fondo de una pandemia y una experiencia vital de dos décadas más en sus cuerpos y mentes, hacen que Lights Out sea una obra cuanto menos especial y curiosa.

Es un álbum que es muy ambivalente por su variedad sonora y sirve tanto para escuchar tranquilamente en tu hogar, y si te vienes muy arriba salon la pista de baile, como para disfrutar de varios de sus cortes en un club a diferentes horas. Los propios Alastair Douglas y Rhys Evans reconocen su influencia nada disimulada por la cultura rave de los 90 y la escena de clubes de esa época y la explosión de libertad creativa a través de la música electrónica que sucedió en esa época y es lo que pretenden trasladar a su primer larga duración. Y lo hacen con una convicción plena y ahí reside la gran fuerza del LP. Suena bien, sí, pero es que te lo crees. No notas nada impostado. Hay honestidad.

En otras palabras Lights Out es la carta de amor por la música electrónica de estos dos británicos entrelazándose con su amor por las canciones y las melodías, a veces estruendosas, a veces mentales, a veces anhelantes y ocasionalmente animadas y felices. El mejunje es una combinación de un techno melódico progresivo que por momentos abraza sin complejos el synthpop en composiciones que no son muy extensas en cuanto a duración se refiere. Su primer single, 'My Desire' ya dió la pauta de ello y por eso es el track elegido para abrir el disco.

Le sigue 'Identify This' que es pura fantasía. Aquí se nota esa influencia de los 90 con un sonido ravero de la campiña inglesa pero con un ramalazo melódico ensoñador. La continuación del sonido de The MFA que hemos echado de menos durante tanto tiempo. Algo que se estira pero con otro punto de vista en 'Bear Likes To Rave', sin duda el corte que más me emociona del álbum. Un tema que te da una energía y euforia revitalizadora, aunque su final abrupto pueda corta el rollo ensoñador que destila.

'Girl Ahead' es una tema vocal que solo se encuentra en la versión digital del álbum y en el cual Rhys Evans empuña el micro vocales. Tiene su punto popero para huir de cualquier encasillamiento. Poe otro lado tenemos 'Freedom24' con una línea melódica sintética de estilo Hi-NRG para el tema más canalla y nocturno del álbum pero el viaje continúa con 'Lammas Day', un potente e hipnótico track que bebe de influencias del mítico 'Pacific State' de 808 state.

La segunda parte del disco se compone de 'Warehouse' un tema melódico atmosférico lleno de tensión entre las secuencias melódicas que se retuercen con la 303 mientras de fondo tenemos unos presentadores hablando sobre el acid house. Tema bastante mental y penetrante. Para liberar serotonina tenemos el soprendente 'The Snapping Branch', el tema más mutante del disco y que es un estado de ánimo en si mismo con su comienzo, nudo y desenlace. Irradia felicidad y buen rollo. Algo que también se extraae de 'You Make Me Smile', la tercera canción vocal del álbum con Rhys Evans como protagonista en un tema de ecos synthpop muy luminoso.

El cierre no puede llegada de otra manera que con 'Lights Out', otro de los temas más destacados del álbum que tiene un punto melancólico que toca la patata. No han podido escoger mejor para poner un punto final a un álbum que se ha hecho esperar. Y la espera ha merecido la pena porque es un disco muy, pero que muy recomendable. Han tardado lo suyo en pero nunca el tiempo es perdido si nos encontramos con maravillas como esta.

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