El berlinés se estrena en largo en Houseum Records
Marc Brauner es de esos DJs y productores que profesan amor por el house y no dejan de mostrarlo en sus trabajos como parte de su esencia artística. Algo que ha hecho previamente en sellos como Shall Not Fade, Happiness Therapy Records y el valenciano theBasement Discos. Pero ha sido en el parisino Houseum, en el que ha lanzado previamente Sad But Ambitious y Key To The City, donde ha encontrado el hogar y el acomodo perfecto para lanzar su álbum debut, que ha titulado Companions, compañeros en francés. Un disco donde el su visión del house está más que presente, faltaría más, pero donde se atreve a mirar a nuevos horizontes.
En ese sentido, Companions, el alemán ha querido desarrollar la idea de combinar sus diferentes gustos de música electrónica en un disco para así poder ofrecer una variedad de estados de ánimo destinados a ser compañeros en su vida diaria. Música para hacer ejercicio, para bailar o simplemente para escuchar en casa. Este disco es un viaje a la mente musical del artista y cuenta la historia de la batalla constante entre la luz y la oscuridad. A través de los 12 cortes que componen este doble vinilo vamos descubriendo un gusto exquisito en una variedad de estilos que van desde el house al electro pasando por los breaks. Desde la felicidad en temas muy cálidos hasta momentos más melancólicos.
'Worldwide' abre el álbum con un espíritu electro y una voz principal que nos invita a entrar al mundo que nos propone Bruaner y lo hace de manera sutil para comprar el billete de este viaje sin dudarlo. El deep house se palpa en los siguientes cortes como 'Weekender', la tropical 'Pero' o la bellísima 'Whats' To Come' que es un hit con todas las letras en el que Fraen Again aporta el elemento vocal. No es la única colaboración porque Tender Games le presta la voz en 'Birthday' un animadísimo ejercicio de bass music.
El disco continúa por un sendero house muy dinámico, edificante y eufórico con 'Enough' o 'Swish' pero entonces el viaje comienza a virar a terrenos algo más oscuros como con 'Dirty' en el que las baterías son más duras y eléctricas y usa pads que crean más tensión junto a samples vocales distorsionados. 'Alone' retoma la vía house y es tan jazzy como melancólico mientras que en 'Operators' se apuesta por los sonidos acidorros y una vigorosidad más technoide.
Brauner cierra el círculo volviendo a recurrir al electro en 'Snowy Plover' para dar un colofón ambient 'Worth Waiting'. No se guarda nada y, efectivamente, da lo que ofrece: un recorrido por diferentes estados de ánimo que suenan de manera elegante. Un trabajo destacado para aprovechar todo de él.
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