La DJ y productora irlandesa hace su debut discográfico con un trabajo de seis cortes donde demuestra versatilidad de estilos influenciados por el house
Hace unos años que Katie Brennan se formó en la academia Plastic y decidió probar suerte en las cabinas de Barcelona bajo el nombre de Drunk At Vogue para aportar su particular visión del house salpicada con motas de techno y hasta jugueteos con breaks. En la ciudad condal ha pinchado en fiestas como Jackies Party siendo una habitual en La Terrazza dentro del ámbito más clubbing. Su siguiente paso está encaminado en la producción y ha sido en el sello singapurense Dustpan Recordings donde su música ha encontrado acomodo y se muestra al mundo en el día de hoy.
Se estrena con un lanzamiento homónimo a medio camino entre el EP y el álbum en el cual presenta un total de seis producciones en las que refleja tanto su viaje personal, solo hay que ver los títulos de sus tracks, como sus inquietudes musicales que destilan influencias muy británicas pero también cierto aroma a la ciudad del motor.
La de Kilkenny ha querido abarcar una gran variedad de estilos, desde deep house hasta drum and bass, también se atreve con momentos más relajantes y otros más obvios y facilones con cierto ramalazo tech house. Su lado más introspectivo se focaliza en tracks como 'Euphoria', 'Take Me Away' y 'Heart Says Go' mientras que su lado más groovero y desenfadado se revela en cortes como 'What U At', 'Can't Deny' y 'Party in Detroit'; todos ellos diseñados con la pista de baile entre ceja y ceja. Esta versatilidad demuestra su capacidad para nadar entre géneros mientras mantiene un sonido coherente.
En definitiva, tenemos un debut sólido y notable de una artista que ha dado un primer paso pero que promete continuar evolucionando y demostrar que los límites, al menos en la música, están para superarlos.
Este debut ya puede adquirirse en formato digital y así suena:
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