Hace aproximadamente cinco años y dos meses nos preguntábamos dónde carajo se había metido Petter Nordkvist. Un sueco que por aquel entonces tenía 26 años y que con 19 tuvo un éxito fulminante cuando James Holden y cía se cruzaron en su vida. Aunque en esa época de desaparecido en combate ya estaba embarcado en los primeros pasos de un nuevo y humilde proyecto discográfico llamado Studio Barnhus junto a Axel Boman y Kornél Kovács como socios. Pero él continuaba totalmente en silencio musical salvo por alguna producción o remezcla suelta como Pedrodollar y alguna aparición en cabina en un showcase de su sello. Por eso, tanto si eres un seguidor de su precoz etapa en Border Community como si ahora te haces con cada nueva release de Studio Barnhus, acudir a la sesión Limbo en la Sala Siroco el pasado 28 de enero no era una opción, sino una obligación porque a saber cuando vuelve a pisar Madrid.
No se podía faltar a la segunda conexión que proponían los chicos de Undermad con la etiqueta de Estocolmo (la primera fue con Axel Boman hace menos de un año) y casualidades de la vida antes de acceder a Siroco nos dimos de bruces con Petter y pudimos conversar con él donde para sorpresa nuestra nos comentó que no era la primera vez que pinchaba en Madrid. Hace una década ya estuvo en un lugar que, como es lógico, no recordaba el nombre. Tras hacer una búsqueda con los datos que nos facilitó ("me trajo Luis, HD Substance") llegamos a la conclusión que se trataba de una sesión en Ya' sta para los jueves llamada Computer Club donde realizó un live.
Pero esta noche volvía a la capital española para pinchar y nos reveló otra sorpresa aunque de índole más negativa. Venía preparado con una maleta cargada con los vinilos más caros de su colección porque al día siguiente iba a pinchar para una fiesta personal en Milán y quería hacer algo especial. Limbo sería la noche de probaturas perfecta pero gracias a las compañías aéreas la preciada maleta se quedó en el aeropuerto de Estocolmo y Petter tuvo que tirar de música en USB. Por tanto nos quedamos con las ganas de haber sido sus cobayas. Creemos que recuperó su maleta en el aeropuerto de la ciudad italiana al día siguiente.
También nos dijo que le gustaría aparecer más por las cabinas europeas pero tampoco le contratan tanto porque ha dejado un poco de lado publicar sus producciones y parece que si ahora no tienes EP´s en el mercado no sirves como reclamo de DJ. Le abordamos con un "¿Y qué pasa con Whispers Beirut?" Entonces el sorprendido fue él al encontrar a alguien en Madrid tan freak para que conociera su proyecto junto a Baba Stiltz, y encima se dedicara a darle bombo, por lo que nos confesó que eso fructificará en un álbum para este año.
Tras esta charla con el simpático y accesible artista, era el momento de comprobar si habría tantos fanáticos de su figura como nosotros en la sala. Como era de esperar, a la 1:00 de un jueves noche, el ambiente era desangelado con no más de unas diez o quince personas. Carroquino en cabina ejerciendo de Cicerone con ritmos suaves, urbanos y, sobre todo, muy variados según se acercaba el turno del miura que venía detrás. Según finalizaba su turno optó por sonidos House y Balearic (con la remezcla de Todd Terje al 'Balearic Incarnation' de Dølle Jølle que entró de maravilla) para que Pedrodollar tuviera un margen de acción inmenso en las tres horas que le quedaban por delante.
"Carroquino, tirando de suave seda"
Nordkvist cogió las riendas con ganas a pesar de ser poco más de una veintena de personas las reunidas en Siroco. Pero como bien sabemos los acólitos del lugar, es a partir del tramo entre las 2:30 y las 3:30 cuando la gente comienza a acudir a la céntrica sala madrileña para acabar la noche. Al sueco le daba lo mismo 20 que 200. Metido en faena desde el minuto uno. Primero con Disco para no romper la sintonía y luego, como hacen los buenos, con lo que quería. Los senderos de una de las tres patas de Studio Barnhus son inescrutables y puedes esperar cualquier cosa desde Housazo nórdico hasta ritmos más rotos pasando por el inevitable peaje del Acid pinchando ese viaje de vuelta y media que es 'Aches' de Baba Stiltz. Y nos lo gozábamos ya fueran tracks crudos o melódicos. El que dirigía nuestros desinhibidos bailes era el primero en sentir la música que pinchaba. Una sensación por parte de todos como si estuvieramos en familia.
"Pedrodollar aka Petter aka 50%Whispers Beirut"
Con Limbo presentando muy buen color pero sin llegar al llenazo, Petter se metía en el bolsillo a la gente en base a un eclecticismo bien llevado. En cabina era un espectáculo ver un consumado manejo de los efectos de la mesa quedando patente su pericia y buen oído como productor. Particularmente soy muy poco amigo del uso de los efectos de forma gratuita que usan determinados Dj´s pero el sueco los utilizaba de forma tan fina que parecían parte de los propios temas que mezclaba. Si en cuanto a música iba sobrado a pesar de la faena de la maleta y su actitud fue siempre extrovertida pero sin descentrarse, a nivel técnico puso un listón muy alto. En definitiva, superó cualquier expectativa por alta que fuera.
La última media hora fue un Back to Back con el residente Carroquino. Nunca sabremos si hubiera rematado la faena, que tan buen sabor de boca nos estaba dejando, de otra manera distinta. Cuando haces un B2B improvisado, y más en un cierre, dependes del camino que tome tu compañero y si es la primera vez que pinchas con una persona que acabas de conocer toca ser más conservador e ir a lo seguro para que no haya fallo. Y básicamente eso fue lo que ocurrió. Ambos intercambiándose sin dejarse papeletas difíciles el uno al otro y que el público diera unos últimos contoneos a su cuerpo cuando a las 5 de la mañana la organización cortó de sopetón la música del residente. Ese fue el único lunar de la noche, que el invitado no pusiera el último tema. No obstante, esto no fue impedimento para que se llevase su merecido aplauso y con el que simbólicamente puede decir: ¡Aquí estoy! ¡Y volveré!
Aquí dejamos unas cuantas fotos del evento:
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