Un regreso por la puerta grande

Volvió Replay Sunset Parties con Sven Vath como gran estrella y donde brillaron Reykjavik606, Clip! y Carola Pisaturo en la tarde del domingo 20 de marzo

El comienzo de la primavera ha coincidido con el retorno de Replay Sunset Parties que se celebran en la Sala Groove situada en la localidad madrileña de Pinto. Y esto era noticia porque han transcurrido cuatro meses desde su último evento, que se llevó a cabo en un ya lejano 8 de noviembre. Demasiado tiempo para una fiesta de carácter mensual que ha llenado el hueco de los clubbers ávidos de baile diurno y terraceo en el día del Señor sin importar la época del año. El gran reclamo para esta vuelta es todo un clásico como Sven Vath pero el grueso del cartel era un soplo de aire fresco compuesto en su gran mayoría por artistas nacionales. Cosa que es de agradecer y con el que se vuelve a comprobar que no hace buscar fuera lo que tenemos dentro.


Los horarios de las actuaciones solo se sabían dentro del recinto. Un servidor conocía que el directo de Reykjavik606 era a las cinco de la tarde y por eso ya se encaminaba al acceso de Groove con 15-20 minutos de antelación. Y hete aquí el gran lunar de esta edición: la organización de la entrada. Unos cuarenta minutos de cola cuando normalmente no se suele tardar más de 5 a esas horas. Los que entraban por lista como con entrada (anticipada o no) tenían que acceder por el mismo lugar y pasar por taquillas, produciéndose un efecto embudo que retrasaba todo y como hubo bastante afluencia de gente la cola crecía pero avanzaba con una lentitud pasmosa. El resultado eran quejas y malas caras que, todo hay que decirlo, los porteros aguantaban con estoicismo, comprensión y hasta humor. El sistema anterior, con una taquilla más para despachar las entradas mientras la responsable de la lista estaba apartada fuera de ellas, hacía agilizar mucho más las cosas.

El principal problema fue que el que suscribe se perdió gran parte del live de los donostiarras y para rematar uno se enteraba que el predecesor de ellos fue Damian Schwartz, que estaba apuntado en la lista de los que había que ver sí o sí. Con el duo vasco compuesto por Kino Internacional y Borja Piñeiro se corría el peligro de que el público de Replay no les pillara el punto si nos remitimos a sus dos anteriores visitas a la capital. Pero su renovado directo coge de la pechera a la pista de baile y la da la vuelta. En su compacto discurso musical no pierden su toque personal rico en texturas y lo potencian con unas percusiones, a veces a fuego lento a veces con más reprís, que sentaban fenomenal a una terraza cubierta que presentaba un aspecto fabuloso. La gente tenía muchas ganas de pasarlo bien y estaba receptiva lo que es una bicoca para cualquier artista. Ya lo pudisteis comprobar en nuestros partes informativos desde Facebook.


El relevo fue otro duo pero esta vez en Dj Set. Kyodai leyó perfectamente lo que necesitaba la pista de baile: subir una marcha más y meter más presión. A veces lo simple es lo más efectivo y para ver brazos arriba es tan sencillo como un buen bombo y una línea de bajo para arrancar con fuerza y captar la energía del personal. Los hermanos Garayalde plantearon una sesión donde picoteaban de todo un poco y eso se tradujo en que tuvo tramos bastante destacados con otros algo más anodinos dependiendo del estilo en el que zambuían. Para mí mucho mejor cuando buscaban el Soul y el Funk, porque se nota que es lo que de verdad les sale del alma, como cuando sonó 'Marvinello' (uno de los temas del verano pasado) en uno de los puntos más álgidos del set y con más conexión. A otra persona quizá les gustaría más sus momentos más lineales, contundentes y tech. En estos casos la alegría va por barrios.


Tras los navarros, el segundo directo de la terraza vino de la mano del barcelonés Clip!. Un renovado set-up donde "dedos rápidos" perdía espectacularidad al verle interactuar con las máquinas pero donde gana, y de qué manera, consistencia. Posiblemente el triunfador de la tarde-noche. Menos housero de lo habitual y buscando el lado ravero del personal sin descuidar elementos melódicos cuasi-tranceros. La gente le bailaba de dos formas: dejándose llevar por el viaje o de forma primitiva y visceral. Como monos. Convirtió la pista en una jungla y seguramente durmió a pierna suelta por la noche.


Las 9 de la noche y aún no habíamos entrado en la sala principal de Replay porque la terraza invitaba a hacer campamento base. Aún así había interés por descubrir la maña de Carola Pisoturo. La italiana es responsable de un sello bastante interesante como es Claque Musique y no decepcionó. Posiblemente el gran descubrimiento y de lo más destacado de la jornada. No se andaba por las ramas ofreció un set de Techno muy pulcro y sin dar descanso al personal. Todo pinchando en vinilo y sin fallos técnicos. Y si había que meter cosas vocales ahí estaba el remix de Robert Hood al 'Debbie's Groove' o el mismo 'Marvinello' de Michel Cleis & Klement Bonelli que volvimos a escuchar por segunda vez.

Con la pista literalmente a reventar, mucha gente se preguntaba donde estaba el plato fuerte de la noche. El káiser Sven Vath apareció en cabina pasadas las 10 de la noche y su sola presencia como leyenda del despiporre y el desenfreno que es ya volvió loco al personal. Móviles al aire con su primer track. A Papa Sven no lo vamos a descubrir ahora. Con su habitual actitud en cabina mucho más reposada y sin hacer cucamonas, el alemán fue fiel a sí mismo a su sonido Frankfurt. Techno que a veces linda con el Trance y pinchando temas que solo a él le pueden funcionar como el segundo disco que puso que contenía con un bajón eterno y encima rompía sin impacto alguno, que si lo llega a pinchar otro, el siempre ansioso público madrileño hubiera regado sus oídos de pitos e improperios. Por estas cosas se forja una leyenda y Sven Vath hace tiempo que está por encima del bien y del mal. Su set lo esperado. Selección personal en plástico con mezclas apañadas. No necesitaba arriesgar para un colofón por todo lo alto.

Antes de tomar la vuelta a casa había que volver a pasar por la terraza con un David Ponziano pinchando un House animoso al estilo dirtybird o Pets Recordings. Y este espacio tampoco se resintió en demasía a esas horas en cuanto a afluencia, con todo un Sven Vath en la principal. Dos zonas llenas, la conclusión es que el regreso de Replay ha sido por la puerta grande. No queremos pensar cómo será cuando vuelva el Sol y no sea necesario tener la terraza cubierta. Desde aquí animamos a que sigan contando con talento nacional.

Comentarios