Acronym nos debe una

Crónica del paso del sueco por Madrid. Por Arturo Moya

Hace prácticamente una semana, el viernes 15 de abril, mientras el pasado y presente del techno se congregaba en Stardust por la visita de Regis, la sala Siroco continuaba con sus apuestas de futuro con la primera visita a Madrid de Acronym gracias a Giradiscos. Acompañando al internacional se encontraban en el cartel Kastil e Irazu, este último presentando su primer EP en solitario que cuenta con un remix del propio Acronym.


Para los que no lo conozcan, Acronym es un jovencísimo productor sueco, 22 tiernos años tiene el gachó,  miembro del sello de Abdulla Rashim Northern Electronics que a pesar de su juventud el año pasado publicó dos álbumes. De hecho su disco June para un servidor fue de lo mejor del 2015, así que no se podía faltar a su primer directo analógico en la capital, sobre todo después de que nos comentasen que su compañero de sello y también nórdico Varg hizo una actuación de diez.

Sobre la una y media entramos a una Siroco a medio gas, con Kastil repartiendo techno sin ser muy agresivo pero haciendo entrar en calor al público que poco a poco se iba colocando en la pista o curioseando la mesa con los “juguetes” colocada a la altura de la pista que iba a tocar el sueco próximamente. Tras el correcto warm-up de Kastil, escondiendo la mirada bajo la visera de su gorra y con el público prácticamente encima de sus máquinas tomó los mandos Acronym


Con una subida de volumen apreciable y acelerando un poco el ritmo y la contundencia de los beats dio comienzo el directo. Los tramos ambient de sus trabajos ni estaban ni se les esperaban y su primer tramo ya era ese techno mental que busca la hipnosis de baile. Según fue avanzando la actuación se empezaron a echar en falta atmósferas más potentes marca de la casa y algo de evolución, estaba dando la sensación de ser algo plano. Entonces sin perder ojo de la mesa fue cuando nos dimos cuenta que algo andaba mal (y no solo con el altavoz superior derecho que se encendía y apagaba de manera aleatoria), el sueco solo estaba tocando su octatrack y el resto de cacharros que tenía por la mesa eran ignorados salvo la mesa de mezclas hasta el final del live. Debido a esto acabo resultando un poco decepcionante y aunque no fue malo, tampoco fue bueno, con el agravante de unas altas expectativas puestas en él.

Tras Acronym, se puso en la cabina Irazu y los altavoces del escenario volvieron al silencio con la consecuente bajada de decibelios. La sala no llegó a estar llena del todo en ningún momento, lo cual se agradece ya que no hubo agobios, y ahora tocaba retener al público que en un goteo pequeño pero constante iba abandonando la pista. En este momento y por casualidad (nos lo encontramos en el baño) pudimos charlar con Acronym, quien por cierto habla perfecto castellano ya que para nuestra sorpresa su padre es cordobés. En esta conversación nos confirmó entremedias de sus disculpas que solo pudo improvisar con la octatrack ya que se dejó los adaptadores y en el chino no pudo conseguirlos. De paso nos adelantó que este año saca otro doble LP y varios EPs. Noticia que recibimos con especial ilusión.


De vuelta a la pista, el buen techno de Irazu no fue capaz de tapar la gotera de público y en el tramo final decidió pasar al IDM para acabar cerrando con el 'Planetarium' de Squarepusher y finalmente un tema de la serie Analord de AFX para cerrar el evento como se merecía. En definitiva, aunque fue algo peor de lo que se esperaba, se trató de una noche diferente que sigue demostrando que hay muchas opciones distintas a lo típico por la capital. Esperemos que Acronym vuelva y pueda mostrarnos su live completo.

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