El tercer álbum del productor donostiarra es un maridaje musical de broken beat, el nu jazz y el house que ve la luz en Tokonoma Records
A veces un artista nunca sabe cuándo y dónde puede dar con la tecla que le lleve a destacar y encontrar su propio sonido y hueco en la escena musical. El proyecto Divorce From New York es un ejemplo perfecto sobre cómo unas inquietudes sonoras muy concretas, llevadas a cabo de una manera en apariencia simple, pueden germinar en toda una serie de oportunidades para desarrollar una carrera en la que el ingenio artístico es lo realmente importante y la forma algo más secundaria. Porque la genialidad reside en aprovechar los recursos de la mejor manera posible.
Bajo el nombre de Divorce From New York se esconde el DJ y productor donostiarra Álvaro Granda que ya desarrolló un carrera en solitario previa como Kino Internacional y forma parte del dúo Reykjavik606, que conocemos muy bien por estos lares. Un productor con un afán por encontrar un sonido característico a través de diversos géneros y estilos, lo que le da una versatilidad única, que siempre ha elaborado desde la convicción y el conocimiento tanto musical como técnico debido a su pasión por los sintes modulares.
Sin embargo, a raíz de su paternidad no podía pasar tanto tiempo entre complejos entramados de cables y knobs en su estudio teniendo que simplificar sus métodos de producción. De la necesidad, virtud. Con las herramientas justas y necesarias, y mucho buceo en su extensa colección de discos para samplear, fructificó un primer álbum en 2021 bajo este nombre titulado This Ain't Jazz No More que vio la luz a través de Forbidden Colours llamando la atención fuera de nuestras fronteras. Continuó su exploración por el broken beat, el house orgánico y el UK jazz con un segundo trabajo en largo llamado Sausalito que editó en 2022 el sello británico High Rise, abriendo ante él nuevas oportunidades como artista con su magia siendo reclamada en sellos como Toy Tonics, Flumo o Nervous Recordings
Fiel a su fórmula, Divorce From New York ha decidido afinarla todavía más entregando Brick Lane. Un tercer álbum que ha editado este mes de mayo el sello madrileño Tokonoma Records. Su manejo de sintes como el Elektron Octatrack, Juno 106, Nord Electro y Moog Prodigy le sirve para construir un disco que encierra nueve cortes que emanan elegancia y un sonido aún más orgánico donde el broken beat, el nu jazz e incluso el house de reminiscencias clásicas del otro lado del Atlántico solidifica y reafirma aún más su concepto sonoro.
Gran parte del secreto es que en esta especie de jazz futurista se ha sabido rodear de artistas que potencian su forma de entender la música, dejando algo más de lado el sampleo y optando por algo mucho más palpable. El productor parisino Quiet Dawn, el baterista sudafricano Fernando Damon, la vocalista Sara Zozaya, el productor Piek, el saxofonista Arturo Martin y el teclista Jorge Hidalgo y el trombonista AFV enriquecen la propuesta de Granda.
De nuevo nos encontramos en una intersección de estilos donde los ecos de sus admirados Kamaal Williams o Alfa Mist se vislumbran en un horizonte bañado en un groove housero inspirado por algún gran pope del género. Entre Londres y Chicago pasando por Donosti. Si en el último disco hasta la fecha de Reykjavi606 se hacía referencia al barrio londinense de Peckham, no es casualidad que el LP lleve por título la calle situada en Tower Hamlets, en el East End de la capital de Inglaterra lo que indica la prevalencia de la genética sonora que llega desde ecosistema musical más underground de UK con la intención de llevarnos por un paseo por la calle a la que hace referencia el álbum.
En esta excursión a lo largo de la vida que se respira en Brick Lane nos encontramos desde grabaciones de campo que nos traslada a la gran urbe desde la introducción que supone 'NinetyOne' para introducirnos en un bar de jazz en composiciones como la sensual 'The Pickle Factory', la humeante 'Fake Ensemble' y la luminosa 'Russell Square'. De ahí nos invita a espacios que incitan más al baile como 'Brick Lane', 'Copeland Park' y la poderosa 'What's Jazz', que está ideada para generar emociones en un club y que seguramente comience a pinchar desde ya tu DJ favorito. También destaca como maneja los ritmos rotos con pads etéreos en 'Garaje Olimpo', un punto final perfecto para subliminar un punto de encuentro distinguido entre la electrónica y el jazz.
Con Brick Lane Divorce From New York presenta su candidatura a ser el firmante de una de las grandes joyas que nos deparará este 2024.
Ya puedes adquirir el vinilo desde el Bandcamp de Tokonoma Records.
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