El madrileño posa su mirada en el techno de los 2000 y se deja influir por Locomía
En su segunda referencia, el recién nacido sello Backspin Records sigue dejando clara su intención: mirar hacia atrás sin nostalgia, pero con descaro. Si su debut ya apuntaba maneras, 'Disco Ibiza', firmado por el siempre inquieto Regal, no solo confirma la dirección estética del sello, sino que la lleva al extremo con una pieza que es tanto una bomba de pista como un ejercicio de arqueología rave. Y sí, lo que estás leyendo es cierto: samplea a Locomía. Y funciona.
'Disco Ibiza' suena a lo que su título promete, pero también a mucho más. Es una producción que remite directamente al techno de los 2000 —ese que sonaba en clubs como Florida 135, La Real o Barraca cuando la oscuridad tenía brillo y el bombo era directo pero no plano—, pero filtrado por el prisma actual de un productor como Regal, que entiende la pista como un campo de tensión entre pasado, presente y deseo colectivo.
Desde el primer compás, la base rítmica impone su ley: un bombo seco, sin concesiones, adornado con hi-hats afilados y un groove que se desliza entre lo mecánico y lo sensual. El sonido tiene cuerpo, tiene grasa, tiene club. Pero lo que realmente eleva el tema es la entrada inesperada —aunque perfectamente integrada— de un gancho vocal que es una divertida reminiscencia de Locomía, iconos kitsch del pop ibicenco de los 80. En manos de otro productor podría haber resultado una parodia o un guiño superficial; en manos de Regal, es un acto de apropiación cultural con conciencia rave.
El fragmento vocal no se limita a sonar como un efecto: se convierte en un mantra que atraviesa todo el track, reverberando sobre los sintes arpegiados y envolventes, que recuerdan a esa era en la que el trance y el techno aún compartían ADN. Es ahí donde Regal demuestra su habilidad: en lugar de hacer un mash-up nostálgico, construye una narrativa sonora que juega con los contrastes —rigor rítmico frente a exceso estético— y los convierte en virtud.
La producción es limpia, potente y efectiva. El track pide pista grande, sistema serio y público entregado. No hay breaks eternos ni buildups artificiales; todo fluye con una lógica interna que se agradece, especialmente en un momento en el que la sobreproducción domina muchos lanzamientos del circuito techno. Disco Ibiza es directo, físico, pero también irónico y juguetón. Regal no se toma demasiado en serio, pero sí se toma muy en serio la pista.
Con este lanzamiento, Backspin Records no solo refuerza su identidad como un sello que celebra el revival del techno sin caer en clichés, sino que se posiciona como un espacio para el riesgo, el humor y la memoria colectiva del clubbing ibérico. Que alguien se atreva a poner a Locomía en un track de techno sin que suene a chiste dice mucho de lo que se está cocinando aquí. Y si hay justicia en la pista, 'Disco Ibiza' debería sonar en todas partes este verano.
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