Debutantes estelares en Mondo Disko

Por Arturo Moya

Entre el impresionante cartel de Mondo Disko plagado de noches interesantes para este mes de febrero, había una marcada en nuestro calendario, la del pasado jueves, con la primera visita al país de Mattheis y el también debutante en la capital (si google no me engaña) Massimiliano Pagliara acompañados por el residente Javi Redondo. Se trataba de una noche “arriesgada” ya que los dos invitados son prácticamente unos totales desconocidos en una ciudad que se mueve por otro tipo de nombres en lo que a electrónica se refiere. Sin embargo, aunque no se esperara un llenazo, el nivel que ha alcanzado esta sesión le permite regalarnos estas veladas -en lo que esperemos que siga al menos con una al mes- sin que seamos los mismos cuatro freaks en una sala vacía; ya que por suerte para el club, muchos de los asistentes acuden aún sin saber quién les va a poner la música, simplemente por la dinámica y fiabilidad ganada por la marca en cuanto al clubbing capitalino se refiere.



A la 1 de la madrugada la Sala Cocó presentaba una pista con poco color pero los que estaban a esas horas tan tempranas ya disfrutaban del calentamiento por parte de Javi Redondo. El fichaje del nacional de Correspondant fue uno de los grandes aciertos del inicio del curso 2015-2016 y lo sigue demostrando cada vez que le vemos. Con un goteo incesante de asistentes dando cada vez más color a la pista, la intensidad de la música fue subiendo, siempre con tonos sintéticos y bailables pero en ningún caso con exceso de energía para facilitar la transición con el directo del primer invitado de la noche, Mattheis.

Con una pista que no estaba llena pero si presentaba muy buen aspecto, perfecta para bailar sin agobios, apareció en cabina el holandés Mattheis, autor de un gran álbum como es Kindred Phenomena el año pasado (mencionado en algún top de esta casa) y al que un servidor estaba impaciente por ver en directo desde hace meses. Sin que dejase de sonar música en el cambio de protagonista en la cabina gracias a una nota sostenida a manera de introducción, dio comienzo el live.

Empezando con 'bit fragments' enseguida creó la atmósfera para hacernos viajar a través de arpegios durante la hora siguiente. La primera mitad consistió precisamente en su último trabajo continuando con otros dos tracks como son 'PR6' y 'PR8'. La mezcla de las melodías sintéticas amables y paisajistas, con la de los ritmos profundos provocó una hipnosis en la sala, que nos recordaba a algo que se echa de menos en la capital, el sonido de Border Community en su máximo esplendor. Bien es cierto que aunque esta comparación es un piropo, Mattheis nos confesó que se lo han dicho varias veces y el prefiere escucharlos poco porque no quiere ser más influenciado de lo que ya parece, sino ser simplemente Mattheis. 


Con una segunda mitad espectacular, en la misma línea que en la anterior pero en sentido ascendente, el de Rotterdam nos deleitó con otras perlas suyas como 'Ls', 'Swell' (buenísima su interpretación en directo) y 'Prism2'. Para finalizar su actuación, que convirtió una hora en un instante efímero en el que no nos despegamos de la pista ni para ir al baño, nos adelantó un track sin publicar como broche final.

El siguiente invitado, el italiano Massimiliano Pagliara, fue el encargado de coger el testigo sobre las 3 y media hasta el final de la noche. Con un semblante serio de concentración, rompió la burbuja de Mattheis para comenzar su dj set de una manera más hedonista y pistera, incluso bastante sorprendente que empezase tan directo a deshacer la atmósfera para tirar hacia lados más oscuros, suponemos que como mensaje a la pista de que ha habido cambio en la cabina y que ahora le presten atención a él.


Tras esa declaración de intenciones, empezó una sesión con mayúsculas y real, nada prefabricado de casa. Demostrando lo que le ha hecho ganar su residencia en Panorama Bar, hizo lo que quiso cambiando de estilo y de tono a cada tema, creando momentazos para luego pegar un bajón y volver a crear el siguiente cuando menos te lo esperes y todo ello sin que chirriase en absoluto el conjunto del set. La pista parecía una montaña rusa en la que te montas con los ojos vendados, ya que no sabías lo que te ibas a encontrar en el siguiente tema. Te podía parecer que entrabas a otra discoteca si volvías de hacer una parada técnica breve y el estilo musical bailaba entre esa frontera difusa del Techno, el House y el Disco, todo ello con mucha clase y sin pasarse de revoluciones, a un ritmo constante dentro de esa variabilidad. Todo lo anterior aderezado con el espectacular juego de luces y lásers proporcionaba una experiencia completa.

"Es Mondo, no el Episodio VII"

Para el tramo final fueron apareciendo cada vez más vocales, bajones más pronunciados en las transiciones y prácticamente encendiendo las luces empezó a sonar el siempre animoso 'Saku' de Fort Romeau, para ir mandándonos a dormir con una sonrisa.

Hubo un track más de despedida que no reconocí, y ya con las luces encendidas, los dos invitados en la cabina fueron aplaudidos por el público restante además de aplaudirse el uno al otro mutuamente sabedores de un trabajo bien hecho. Esperemos que esta no se convierta en su única visita a la capital, y de paso que sigan trayendo gente que nunca ha pisado Madrid.

"Primera, y exitosa, visita a la capital"

Comentarios